Querer, amar y desear a otra persona. De esto hablaremos mucho en esta tercera parte.
Pero, sobre todo, lo importante es SENTIR. Ése es el cuarto motor de tu vida.
Has de sentir, no dejes nunca que te conviertan en insensible.
Y recuerda que amar siempre es más poderoso que ser amado. Que te quieran si tú no deseas a la otra persona te acaba aletargando.
Pero no olvides que todo esto sólo son anzuelos y guindas importantes, y no tienen nada que ver con quién eres o con qué deseas del mundo.
Si depositas todo tu ser en esas relaciones, enseguida te sentirás vacío.