Detrás de una puerta siempre hay otra puerta, o quizá una ventana.
La vida es entender lo que te aportó aquella experiencia y aceptar que jamás te has de quedar más tiempo del deseado en lugares donde ya aprendiste suficiente.
Avanzar, aceptar que hay otra puerta, girar el pomo y desear entrar en una nueva aventura.
La vida consiste en girar pomos, en amar, en encontrarse ante nuevos retos. Y lo más importante es que esas puertas y esos pomos son únicos porque tú también lo eres.
Para ser valiente sólo necesitas girar un pomo; tan fácil como eso.