Y no sólo has de inspirar olores de verano, sino también recuerdos, sueños, deseos, cosas que te pasaron, hechos que imaginaste y que jamás ocurrieron.
E incluso has de inspirar olores de invierno para superar veranos.
Todos tenemos momentos bajos, pero el recuerdo de los momentos altos nos lleva a superarlos, a darles otra capa si no deseamos que esa nostalgia nos envuelva.
Parte de esas inspiraciones son las tijeras dulces que encontrarás en la cuarta parte de este libro.
Las tijeras dulces no dejan de ser esos olores de verano que ayudan a superar inviernos. Y esos olores de verano son parte de tu ADN.