Para vivir hay que vivir. Conjugar el verbo «vivir» es básico en esta vida. Arriésgate; ésa es siempre la respuesta.
Piensa que cada día es el último, que ése es el día en que morirás y verás lo bella que es la vida cuando amanezcas y veas que estás vivo. Vivir es lo que da sentido a la vida.
Pero sobre todo has de vivir a tu manera. ¿De qué sirve vivir con las reglas que ni tú creaste, que te han llegado por otros? Lucha, crea tus propias reglas.
Y recuerda que morir jamás es triste, es parte de la ley de la naturaleza que eres. Lo triste es no vivir intensamente.
Nadie vivirá tu vida por ti. Nadie luchará por tus sueños si sólo tú los conoces. Comparte tu universo con otros y vívelo.