Recuerda que si te pasa algo malo, luego te pasarán tres cosas buenas. Y si te pasan tres buenas, la cuarta será increíble.
No es una cuestión de positividad. Es una simple ley de vida: lo bueno y lo malo se alternan.
Aunque, como todo en la vida, bueno y malo es relativo. Al igual que un error es un acierto fuera de contexto, las cosas malas son también cosas buenas fuera de contexto.
Por ello, si piensas mal puede que aciertes con ciertas personas y situaciones. Pero si piensas bien, gozarás siempre.
Ser positivo atrae la positividad. Ser negativo sólo te convertirá en precavido y en peloteador.