Muchas veces no es uno mismo quien debe cambiar, sino el mundo. Y aunque te parezca increíble, cualquier persona tiene el poder de cambiar el mundo entero. Sólo has de saber lo que deseas modificar y hacerlo.
No se trata de aceptar cómo es uno, sino de aceptar cómo es el resto de la gente. Entrar en la mente de otro, entrar en su mundo significa comprender mejor el tuyo propio.
Cada día puedes aprender de esa gente que parece que no puede enseñarte nada.
Sólo debes abrirte a tu propia ignorancia y acordarte de que aprender de otro es fundamental para perder los propios miedos.