Cuanto más busques, menos encontrarás. Y es que no se trata de buscar sino de dejarse encontrar.
En este mundo debes enfrentarte a tus miedos y aceptar que has de curar tus heridas. Si sigues odiando o pensando siempre en negativo, el círculo jamás se cerrará. Ese odio volverá, esos pensamientos se repetirán.
En cambio, cuando tengas miedo de algo, en lugar de dar pequeños pasos, debes enfrentarte a tu peor miedo. Lo que piensas que jamás harías, hazlo y descubrirás que pasa lo contario de lo que habías imaginado.
Y recuerda que, cuando no busques, tu destino te encontrará.