GESTO DESVANECIDO EN ESQUINA DE UNA ESTACIÓN

Esta estación no será más una estación,

quedará únicamente mi gesto desvanecido

en el polvo de alguna ventana,

si acaso hay ventanas,

si acaso decido en las estaciones

desamparar algún gesto.

Esperaré junto a las cabinas telefónicas

a que las horas se desvanezcan azules

en mi cigarrillo encendido

de mirada triste e inclinada,

me verán apretar la mandíbula

para masticar, como las aves

que emigran de una tierra a otra,

cualquier bocado de aire

sin saber qué les espera.

El aire se ha vuelto amargo

y aún no sé en qué otras estaciones

abordará mi soledad otro cuerpo.