DESPERTAR DEL AGUA

El agua ha sido cortada del río de este mundo.
YALAL AD-DIN RUMÍ

Como diáfanas cometas guiadas por el hilo

de un ovillo, que al soltarlo, deshace nuestra imagen:

así quedarán las aves suspendidas en el aire

cuando cruces la plaza

y tus cabellos dibujen arabescos en mis labios.

Después de nuestro encuentro,

el rumor de la catedral revelará los secretos que
guardamos.

Otros llegarán al lugar, preguntarán por nosotros.

Allá dejaron escritos sus nombres, dirán luego,

señalando un obelisco.

Los mercaderes de espejos contarán la historia:

Nosotros los vimos,

ella iba de negro, llevaba un rostro de lirios;

él fabricaba migajas de pan entre sus dedos.

En este sitio de la plaza se eleva un hilo púrpura,

un pez ígneo lo entrelaza:

hidra de la penumbra,

¿dónde se unirán los abrazos

que hicieron falta?

En este mismo lugar,

donde los faros esparcen su neblina

y donde las palabras rozan la aflicción del agua,

en este mismo lugar,

volverá a repetirse

nuestro amor.