DÓNDE estaré cuando termine el verano

sería tan nostálgico suspirar y extrañarlo,

ya el calor me abre transparencias

y me nacen bajo la piel

extraños dibujos filigranados

soy un vitraux

soy el elixir que llevo

en la botellita oculta bajo la cama por la noche

para sobrevivirme este verano

Es el día ahora:

veo a la tierra

en su lucha intestina por beberme

pero nunca me tendrá, nunca

y voy trepando las espinas

gigantes grisáceas de los árboles

para buscar la última

la que crece mirando al cielo

y punzarme con ella el dedo anular

porque desconfío de mi sangre

tan carmín ¿cómo es que el verano aún no la ha
convertido

en azul verdeagua índigo?

¡debería llenárseme de las estrellas abandonadas
en la playa

y nacerme espuma en lugar de sangre

y caracoles de bordes rotos

y algas entre los cabellos!

¡debería caérseme para siempre esta piel

y su tatuaje con hollín y vértigo de las ciudades que he dejado!

Dónde estaré cuando el verano se acabe

aquí el solsticio dice: otra vez verano

dice: sed

y comprendo que el estío puede tener

además de océano y almendros

con flores blancas hamacándose en el aire

todos los inviernos que llevo conmigo donde sea

Creo que ya es la hora

ya es el día, ya el momento

tengo algunas preguntas que encerrar en cofrecitos

para enterrarlos cuando la marea baje

y tirar la llave cuando la marea suba

después

hay que sorber toda el agua salada

de los agujeros porosos de las rocas

hasta que la piel nueva sea rosada gelatina

y me crezcan salados también los cabellos

y sea la medusa poseidón con mi corona de conchilla

que arrastró el mar desde sus reinos

majestuosos como yo

que estaré aquí sentada

guardando en una red traslúcida olas para mi propio océano

mientras los pececitos me lamen los pies en el cénit.