MANAGUA, PLAZA DE LA REVOLUCIÓN

Qué suerte la tuya de estar muerto Carlos Fonseca,
que la tierra te proteja y te ciegue.
GIOCONDA BELLI

Se mira bello el cielo esta tarde de julio.

No amenazan las nubes, nos respeta la lluvia.

La vieja catedral en pie como un milagro

ya no sirve de fondo para los noticieros:

Nadie lanza consignas, nadie eleva banderas.

Los hombres que descansan bajo los chilamates,

los niños que se acercan para pedir monedas.

El calor y los buses amarillos,

el vendedor de fresco en la parada,

los taxis sempiternos con paciencia de siglos.

Managua sin canciones,
sin himnos que ya son

vencidas partituras de la historia.

Pasa un carro a lo lejos y un parlante recuerda

una gran bacanal de aniversario:

Es mejor el silencio que los sueños que un día

parecían posibles.

Las palabras que pierden el calor y la vida

no sirven esta tarde.

Digo revolución y me respondes:

No fue más que un destello,

una noche de fuego, tantos años de humo.