Después de la conquista de México y de la mezcla de sangre española e indígena se produjo el nacimiento de una gran nación.
Como consecuencia de esa mezcla de sangres aparecieron las castas… Esos seres de la calle que se arracimaban, morían de hambre y mendigaban en cada esquina de la ciudad eran llamados léperos. Y estos leprosos sociales pedían limosna, hacían trabajos serviles, robaban. Allá por el siglo XVII, pandillas de léperos atestaban la capital y constituían una creciente amenaza para el orden público. Los léperos podían ser cruelmente destructivos, incluso asesinos; ellos fueron los primeros bandidos mexicanos.
El lépero vivía como podía, estaba dispuesto a degollar o a robarle a cualquiera, a suplicar pidiendo comida o trabajo, a gritar bajo los azotes de las autoridades de la ciudad…
Irónicamente, los léperos habrían de sobrevivir, crecer y finalmente heredar el México moderno. Probaron, no la degeneración del hombre, sino la tenacidad de la humanidad frente a una adversidad terrible.
T. R. FEHRENBACK, Fire and Blood
¿Acaso cualquier hombre sabe realmente quién es su padre?
HOMERO, La Odisea