I. De gafes, kaibiles y especiales

 

Comarca Lagunera.– En el sexenio de Felipe Calderón, mientras que la atención de la Presidencia, de la Secretaría de Energía y de los directivos de Pemex estuvo concentrada en consumar la privatización de la paraestatal, el robo de hidrocarburos se desbordó en las regiones y los campos petroleros de todo el país.

Además del saqueo exponencial en la Cuenca de Burgos, en 2007 se detectaron en el Sistema Nacional de Ductos de Pemex 323 tomas clandestinas, el mayor número en la historia de la empresa, casi una diaria, y eso sólo cuantificadas las descubiertas, más las herméticas conectadas de forma continua en distintos puntos del país.

Si bien la ordeña de hidrocarburos mediante tomas clandestinas no era nueva, jamás se había dado con tal incidencia, y, sobre todo, había un factor del que debieron alertar los organismos de seguridad: que el control de la sustracción ilegal lo estaban tomando los cárteles de las drogas a los que Calderón combatía en su guerra oficial, máxime que el Sistema Nacional de Ductos es para Pemex la columna vertebral de su infraestructura de distribución, y al igual que el resto de las instalaciones petroleras, un área de seguridad nacional.

En términos llanos, el ordeñador común dejó de actuar por cuenta propia. Si no se adhería al cártel, debía pagarle derecho de piso, la renta por cada toma clandestina, por cada pipa ordeñada o revendida, por abastecer clandestinamente gasolineras de la red de franquicias oficiales y diversos sectores industriales. Para que al ordeñador se le permitiera seguir trabajando, ya no bastaba pagarles una cuota a los funcionarios regionales de Pemex ni a los líderes locales del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (SNTPRM), los lugartenientes de los cárteles enquistados en cada región reclamaban también sus dividendos.

Una de las primeras plazas donde se impusieron las nuevas reglas fue San Pedro de las Colonias, un municipio situado en la región suroeste del estado de Coahuila, entre el Desierto Laguna de Mayrán y una desembocadura del río Nazas, en el corazón de la Comarca Lagunera.[1]

La razón de que fuera San Pedro en donde los cárteles comenzaron a alinear a los tapineros obedecía a que durante todo el sexenio de Vicente Fox dicho municipio, junto con los veracruzanos Tierra Blanca y Juan Rodríguez Clara, era la zona con mayor incidencia de tomas clandestinas. A los tapineros se les conoce así porque para conectar la toma clandestina deben manipular un sistema de válvulas llamado taping machine, que permite hacer conexiones a líneas vivas o en operación sin interrumpir el servicio (la mayoría son realizadas por empleados y ex empleados de Pemex).

Así, la noche del 29 de noviembre de 2007 un comando armado les señaló a los agentes de seguridad interna de Pemex las nuevas formas de operar. Dos especiales patrullaban los derechos de vía en los alrededores del municipio, cuando llegaron al centro de San Pedro, y a la altura del ayuntamiento se les emparejaron dos camionetas sin placas.

—¡Párense!, vamos a platicar —les ordenó el tripulante de una de las pick up mientras les apuntaban con armas largas.

El vehículo de Pemex detuvo la marcha. De las unidades descendieron cuatro hombres y una mujer, con AR-15 al hombro y Uzis.

—Nosotros también fuimos gafes[2] —dijo el hombre que se identificó como mando—.Y aquí también traemos un kaibil —prosiguió—. Estamos controlando la plaza.

—Nosotros sólo atendemos a Pemex —dijo el especial.

—Nosotros controlamos todo; nosotros controlamos Pemex —soltó desafiante el jefe del comando sin escuchar réplica y continuó—: ¿Conocen a los tapineros? Nosotros los acabaremos; a eso venimos. Aquí hay un dinero para ustedes —el cabecilla les extendió un fajo de billetes.

Los especiales dicen que rechazaron el soborno; el comando de zetas abordó sus camionetas y aceleraron. Su imagen se difuminó entre las brumas y las sombras de la gélida noche en la misma serranía donde en 1914 Doroteo Arango y su famosa División del Norte asestó una de las férreas derrotas a las fuerzas federales.

De esta manera, los tapineros que operaban en las inmediaciones de los nueve mil 942 kilómetros cuadrados de San Pedro de las Colonias fueron enterados de que a partir de ese momento para tapinar tendrían que pedir permiso y, por supuesto, pagar su cuota. Desde aquel 2007 se alinearon, porque ni siquiera los militares podían controlar los embates de los comandos. De hecho, a estos últimos los ahuyentaron a balazos en diciembre, cuando llegaron custodiando una brigada de ingenieros petroleros que buscaban inspeccionar los ductos en ese municipio.

Pronto los comandos extendieron su área de control a toda la región petrolera que converge en la Comarca Lagunera, desde el suroeste de Coahuila y el noreste de Durango, tierra de alacranes.

El 29 de agosto de 2008, en Gómez Palacio, personal de la Superintendencia del Sector Torreón de Ductos Norte recibió una notificación anónima supuestamente emitida por Los Zetas, mediante la cual les indicaban que “no debían entrometerse en sus negocios de combustible en el ducto, ya que en caso contrario se afectaría a su familia”. La Gerencia de Servicios de Seguridad Física (GSSF) indica en su reporte que “se les recomendó extremar las medidas de seguridad durante los desplazamientos y dialogar con sus familiares”. El área de inteligencia registró indicios de que el anónimo se habría enviado desde dentro de la petrolera.

 

El cártel negro
titlepage.xhtml
part0000.html
part0001.html
part0002.html
part0003.html
part0004_split_000.html
part0004_split_001.html
part0004_split_002.html
part0004_split_003.html
part0004_split_004.html
part0004_split_005.html
part0004_split_006.html
part0004_split_007.html
part0004_split_008.html
part0004_split_009.html
part0004_split_010.html
part0005_split_000.html
part0005_split_001.html
part0005_split_002.html
part0005_split_003.html
part0005_split_004.html
part0005_split_005.html
part0005_split_006.html
part0005_split_007.html
part0006_split_000.html
part0006_split_001.html
part0006_split_002.html
part0006_split_003.html
part0006_split_004.html
part0006_split_005.html
part0006_split_006.html
part0006_split_007.html
part0006_split_008.html
part0006_split_009.html
part0006_split_010.html
part0006_split_011.html
part0006_split_012.html
part0006_split_013.html
part0006_split_014.html
part0006_split_015.html
part0006_split_016.html
part0006_split_017.html
part0006_split_018.html
part0006_split_019.html
part0006_split_020.html
part0006_split_021.html
part0006_split_022.html
part0006_split_023.html
part0006_split_024.html
part0006_split_025.html
part0007_split_000.html
part0007_split_001.html
part0007_split_002.html
part0007_split_003.html
part0007_split_004.html
part0007_split_005.html
part0007_split_006.html
part0007_split_007.html
part0007_split_008.html
part0007_split_009.html
part0007_split_010.html
part0007_split_011.html
part0007_split_012.html
part0007_split_013.html
part0008_split_000.html
part0008_split_001.html
part0009_split_000.html
part0009_split_001.html
part0009_split_002.html
part0009_split_003.html
part0009_split_004.html
part0010_split_000.html
part0010_split_001.html
part0010_split_002.html
part0010_split_003.html
part0010_split_004.html
part0010_split_005.html
part0010_split_006.html
part0010_split_007.html
part0010_split_008.html
part0010_split_009.html
part0011_split_000.html
part0011_split_001.html
part0011_split_002.html
part0012_split_000.html
part0012_split_001.html
part0012_split_002.html
part0012_split_003.html
part0013_split_000.html
part0013_split_001.html
part0013_split_002.html
part0013_split_003.html
part0013_split_004.html
part0013_split_005.html
part0013_split_006.html
part0013_split_007.html
part0013_split_008.html
part0014_split_000.html
part0014_split_001.html
part0014_split_002.html
part0014_split_003.html
part0015_split_000.html
part0015_split_001.html
part0016.html
part0017.html
part0018.html
part0019.html