Noviembre y diciembre
Para noviembre aumentó la incidencia de tomas clandestinas en el campo de gas Reynosa; se detectaron seis entre los días 3 y 5 de ese mes.
El día 6 desde temprano hubo enfrentamientos entre Los Zetas y el cártel del Golfo en distintos puntos de la Cuenca de Burgos; de nuevo los autotanques de Pemex se usaron como barricadas. A las 10:59 horas otros dos vehículos cisterna fueron utilizados para bloquear la carretera con dirección a Matamoros; uno de ellos estaba cargado con cuatro mil litros de condensado y el otro con 21 mil litros de agua congénita procedente de una estación de recolección con destino a San Fernando.
Entre las 21:30 y las 22:10 horas se presentó otro enfrentamiento entre ambos bandos en Reynosa, con bloqueos en la carretera Reynosa-Matamoros. Aparecieron en la Cuenca mantas con el siguiente mensaje:
Una vez más se demuestra el destino de los traidores aplastando a los traidores de “las golfas” que no caben en ninguna parte ni en el infierno allá van a estar los zetas que se nos adelantaron para volverlos a matar, para todas las traidores de las golfas que traen la escuela del informante de Osiel, haber donde se meten porque no tienen a donde ir andan dando vueltas sobre las mismas cacerolas. Atentamente la unidad zeta.
El 23 de noviembre cuando circulaba por la calle principal del municipio de General Bravo, un empleado del departamento de mantenimiento a sistemas fue interceptado por un comando a bordo de tres camionetas; le robaron el vehículo de Pemex y los equipos de comunicación que transportaba.
En esa misma área, el 1° de diciembre un trabajador fue interceptado por un comando integrado por sujetos vestidos con overol naranja, de los que usan los contratistas de Pemex, y portando armas largas a bordo de una camioneta. El día 4, en el campo Reynosa quedó abandonado un tractocamión sin placas con 30 mil litros de condensado hurtado.
En lo general, pues, fracasaron las estrategias para la seguridad en la zona que Pemex pagó a compañías extranjeras. Una de ellas, Forma BI Consultores, contratada en agosto de 2009 para el “servicio estratégico de seguridad física etapa I —control de acceso en edificios administrativos— en instalaciones del Activo Integral Burgos”, cobró 58 millones de pesos. Falló también la contratación que PEP hizo por adjudicación directa con la International Security and Defence Systems Ltd., para “evaluar los riesgos y las amenazas físicas” en la región. Las compañías de seguridad nunca advirtieron que los de Burgos se volverían campos de guerra.
La ingobernabilidad fue en aumento, y en ese vacío de autoridad, los campos gaseros se convirtieron en pistas clandestinas y áreas de carga y descarga de drogas, como aquel febrero de 2010, cuando un grupo de zetas tomó un campo de abastecimiento de combustible del poblado El Triunfo, en Reynosa; desalojaron al personal de Pemex para cargar y descargar 979 paquetes con más de cuatro toneladas de mariguana. La Semar dice que los desalojó a balazos.
En ese boyante mercado negro de condensado, las bodegas “clandestinas” para resguardar el hidrocarburo, los equipos y los vehículos usados para su trasiego y hasta las herramientas contables del negocio se ubicaban en las zonas industriales de Reynosa. Una de éstas se incautó en 2010 en la calle Cerro de la Silla: equipo de cómputo, autotanques, cajas, lanchas con sus remolques, plataformas y camionetas.
Había vehículos con placas de Tamaulipas y de Texas, y tractocamiones de RC Express, Servicio RC Express Estaciones de Gasolina, Fergo, Autotanques Temsa, Euro Transportes Internacionales, además de herramientas y materiales para el trasiego de combustibles, principalmente mangueras (AP/PGR/TAMPS/REY-UMAN/1917/10).
Tras su ruptura, el cártel del Golfo continuó operando las bodegas de Reynosa y Río Bravo. Los Zetas hicieron de San Fernando su principal bodega de condensado robado, allí mismo donde mantenían su centro de entrenamiento y donde en agosto de 2010 se encontraron los cuerpos de 72 migrantes centro y sudamericanos asesinados, y luego 193 cadáveres en fosas clandestinas.