¿Por qué no me habló mientras estaba aquí? Está bien. Está perdonada. Sin embargo, fue extraño, casi como si no fuera de carne y hueso. Si creyera en fantasmas..., pero no hay nada inesperado en este mundo. La vida es prosaica y banal. Nunca pasa nada inesperado.

¿Adónde debo ir? Muy bien. Nos veremos en el salón de tatuaje a medianoche.