Releí Cumbres borrascosas, buscando esa confianza en los compañeros del alma y la encontré, junto con la seguridad de que solamente proporcionan dolor.

Por lo menos creo en el dolor y también en el horror. ¿Qué es lo sobrenatural comparado con los terrores de nuestra vida ordinaria? ¿Qué es más terrible que un corazón roto?

Por eso hemos venido a buscar a Nuestra Señora de los Tatuajes. Por eso ahora estoy delante de ti. ¿Me la presentarás? No busco nada, salvo que me admitan en el laberinto. Lo conozco por un hombre que vive, bebe y refunfuña en las calles. Tiene un tatuaje en la frente. Sí, sí es verdad, el tatuaje de una serpiente enroscada que se devora a sí misma en desvaídos rojos y azules. Es corno el tercer ojo de los místicos. Se dio cuenta de que yo estaba sufriendo. Sus ojos se llenaron de compasión, sus tres ojos. He recorrido todo este camino por lo que me dijo.

Oh, gracias. Gracias. Me sentaré aquí y esperaré para ver a madame.