De: SamuelBrooks@elboscdelesfades.com
Para: MarthaBrooks@BarnabyOaks.uk
Asunto: Problemas con el bosque
Mamá,
Te agradezco que te preocupes por nosotros pero no creo que puedas hacer nada con el tema de la propiedad del bosque. He buscado esos documentos por toda la casa y no he encontrado nada. Incluso tengo algunas de las cartas que el abuelo se escribió con Nora Belleneuve en donde se cita exactamente que la propiedad incluye los terrenos y el bosque adyacentes, pero parece ser que no son prueba suficiente para el edil de Mirall de Mar. La última vez que hablé con él me dijo que tenía que presentar un documento legal que demostrase la propiedad de los Brooks. Y no tenemos nada parecido.
El abuelo no hizo testamento, así que la única oportunidad es encontrar el de Nora pero ¿dónde está? La notaría del pueblo se quemó en 1940 y, como te imaginarás, no existe ningún material informatizado o microfilmado de la época.
Si no puedo demostrar que el bosque es nuestro, no podré pavimentar el camino de acceso ni cerrar el coto a los imbéciles cazadores de jabalís y ciervos. De los caçadors de bolets no me quejo, son buena gente; y los que hacen footing por los cortafuegos me parecen hasta dignos de compasión. Pero el estado del camino es indudablemente una cuestión de urgencia, ni te imaginas lo que se ha deteriorado con las últimas lluvias. Los clientes se quejan de que llegar hasta aquí es como montarse en el vagón de una montaña rusa conducido por un chimpancé. Y no quiero ni contarte las facturas millonarias del mecánico que acumulamos entre Marbel, Tristán y yo (Phillip va en moto como un ángel del infierno, ¿te lo puedes imaginar? Me refiero a lo de la moto, por supuesto, eso del infierno es fácil suponerlo si alguna vez has estado en su recepción).
Emma, la chica nueva, dice que se desorientó varias veces antes de llegar el primer día y tiene miedo de bajar al pueblo y perder lo poco que ha conseguido salvar de su viejo coche cuando llegó al hotel. Parece buena chica, inteligente y sensata, me pregunto a qué se dedicaba antes de acabar en nuestro Bosc de les Fades. Pensé que echaría a correr la primera vez que la toqué, como si hiciese mucho tiempo que nadie se le acercaba tanto. Bueno, ya me conoces, no es que yo sea un maestro de las muestras de afecto (eso mejor se lo dejamos a Tristán) pero creo que esa chica no soporta que nadie se le acerque. Estar con Marbel le hará bien.
¿Por qué me preguntas si me he dado cuenta de lo guapa que es? ¿Qué te ha dicho Tristán? Espero que ni se le pase por la cabeza seducirla, quiero tenerla en el hotel por lo menos hasta primavera, hasta que vuelva Suzette. Y ahora que lo mencionas me ha parecido que le susurraba algo al oído este mediodía al terminar la comida.
Por favor, mamá, si te enteras de algo dímelo para poder mandarlo a Madagascar a un curso sobre acoso sexual en el trabajo. Procuraré que no se acerque a Emma. Es temporada baja y ya no queda ni una surfista guapa en todo Mirall de Mar que no conozca a mi hermano.
Y por cierto, sí que me he dado cuenta de lo hermosa que es Emma, tengo ojos en la cara y un criterio lo suficientemente cabal como para apreciar la belleza y el encanto de esa chica. Aunque parece algo (iba a decir triste, pero no creo que esa sea la palabra) desorientada, tengo la intuición de que le gusta estar aquí y, solo por eso, ya se ha ganado toda mi simpatía y mi aprecio.
Cuídate mucho, te contaré novedades en cuanto las tenga.
Un beso,
Samuel