8. La sociedad secreta hoy día.
El Journal Officiel es una publicación semanal del gobierno francés en la que deben declararse todos los grupos, sociedades y organizaciones del país. En el número correspondiente a la semana del 20 de julio de 1956 (número 167) se lee lo siguiente:
25 juin 1956. Déclaration á la sous préfecture de Saint-Julien-en-Genevois. Prieuré de Sion: études et entraide des membres. Siége social: Sous-Cassan, Annemasse (Haute Savoie).
(25 de junio de 1956. Declaración ante la subprefectura de Saint-Julien-en-Genevois. Prieuré de Sion. Objetivos: estudios y ayuda mutua entre los asociados. Domicilio social: Sous-Cassan, Annemasse, Alta Saboya).
La Prieuré de Sion estaba inscrita oficialmente ante la policía. Teníamos ante nosotros lo que parecía una prueba definitiva de su existencia en nuestra propia época, aunque nos pareció un poco extraño que una sociedad supuestamente secreta se anunciara de este modo. Pero quizá, después de todo, no fuese tan extraño. No encontramos el número de teléfono de la Prieuré de Sion en ninguna guía telefónica de Francia. La dirección resultaba demasiado imprecisa para identificar una oficina específica, o una casa, edificio o incluso una calle. Y en la subprefectura, cuando les telefoneamos, no nos resultaron de mucha ayuda. Dijeron que habían recibido numerosas preguntas y lo dijeron en tono cansado, resignado, como el de alguien que lleva mucho tiempo sufriendo. Pero no pudieron darnos más información. Que ellos supieran, la dirección era ilocalizable. Aunque no sacamos nada en claro, lo ocurrido nos dio que pensar. Entre otras cosas, hizo que nos preguntáramos cómo ciertos individuos se las habían ingeniado para registrar una organización ficticia o inexistente ante la policía y luego, a lo que parecía, librarse de todas las posibles consecuencias del hecho. ¿Era la policía realmente tan despreocupada e indiferente como parecía ser? ¿O se trataba más bien de que la orden había conseguido ganarse su cooperación y su discreción?
Solicitamos a la subprefectura una copia de lo que eran los supuestos estatutos de la Prieuré de Sion. Nos la proporcionaron. El documento, que consistía en veintiún artículos, no era controvertible ni especialmente iluminador. Por ejemplo, no decía claramente cuáles eran los objetivos de la orden. No daba ninguna indicación de su posible influencia, del número de asociados o de sus recursos. En su conjunto resultaba bastante inocuo aunque, al mismo tiempo, hizo crecer nuestra perplejidad. En cierto lugar, por ejemplo, los estatutos declaraban que la entrada en la orden no debía verse restringida por motivos de lengua, origen social, clase o ideología política. En otro lugar estaba estipulado que todos los católicos mayores de veintiún años podían ser miembros de la orden. De hecho, los estatutos en general parecían salidos de una institución piadosa e incluso fervientemente católica. Y, pese a ello, los supuestos grandes maestres de la orden, así como su historia pasada, en la medida en que habíamos podido seguirla, no eran precisamente ejemplos de catolicismo ortodoxo. A este respecto, incluso los modernos «documentos Prieuré», muchos de ellos publicados al mismo tiempo que los estatutos, eran de orientación más hermética, incluso heréticamente gnóstica, que católica. La contradicción no parecía tener sentido, a no ser que la Prieuré de Sion, al igual que los caballeros templarios y que la Compagnie du Saint-Sacrement, exigiera el catolicismo como prerrequisito exotérico, el cual podía posteriormente ser trascendido en el seno de la orden. En todo caso, la orden de Sion, al igual que el Temple y que la Compagnie du Saint-Sacrement, parecía exigir una obediencia que, por su naturaleza absoluta, subsumía todos los demás compromisos, fueran seculares o espirituales. De conformidad con el artículo VII de los estatutos, «El candidato debe renunciar a su personalidad con el fin de dedicarse al servicio de un alto apostolado moral».
Asimismo, los estatutos declaran que la orden funciona bajo el subtítulo de Chevalerie d’Institutions et Regles Catholiques, d’Union Indépendante et Tradicionaliste («Caballería de Reglas e Instituciones Católicas de la Unión Independiente y Tradicionalista»).
La abreviatura de esta designación es CIRCUIT,[1] es el nombre de una revista que, según los estatutos, publica internamente la orden y circula entre sus asociados.
Quizá la información más interesante que contienen los estatutos sea que, al parecer, desde 1956 la Prieuré de Sion casi ha quintuplicado el número de afiliados. Según una página que se reproduce en los Dossiers Secrets y que fue imprimida antes de 1956, Sion tenía un total de 1093 miembros clasificados en siete grados. La estructura era tradicionalmente piramidal. En la cúspide estaba el Gran maestre o Nautonnier. Había tres en el grado inferior a éste (Prince Noachite de Notre Dame), nueve en el grado siguiente (Croisé de Saint-Jean). A partir de aquí hacia abajo, cada grado era tres veces superior al grado precedente: 27, 81, 243, 729. Los tres grados más altos —el Gran maestre y sus doce subordinados inmediatos— constituían la «Rose-Croix» trece. El número, ni que decir tiene, concordaba también con cualquier grupo situado entre una reunión satánica y Jesús con sus doce discípulos.
Según los estatutos de después de 1956, Sion tenía un total de 9841 miembros, los cuales no estaban distribuidos entre siete grados, sino entre nueve. Parece que la estructura sigue siendo esencialmente la misma, aunque estaba clarificada y se habían introducido dos grados nuevos en el extremo inferior de la jerarquía, lo cual aumentaba el aislamiento de los líderes detrás de una amplia red de novicios. El Gran maestre conservaba aún el título de Nautonnier. Los tres «Princes Noachites de Notre Dame» recibían simplemente el nombre de Seneschales. A los nueve «Croisés de Saint-Jean» se les llamaba Connétables. La organización de la orden, según la jerga portentosamente enigmática de los estatutos, era la siguiente:
La asamblea general se compone de todos los miembros de la asociación. Consiste en 729 provincias, 27 encomiendas y un Arco designado Kyria.
Cada una de las encomiendas, así como el Arco, debe consistir en cuarenta miembros, cada provincia en trece miembros.
Los miembros se dividen en dos grupos efectivos:
a) La Legión, encargada del apostolado.
b) La Phalange, custodia de la tradición.
Los miembros componen una jerarquía de nueve grados. La jerarquía de nueve grados consiste en:
a) en las 729 provincias
1) Novices: 6561 miembros
2) Croisés: 2187 miembros
b) en las 27 encomiendas
3) Preux: 729 miembros
4) Ecuyers: 243 miembros
5) Chevaliers: 81 miembros
6) Commandeurs: 27 miembros
c) en el-Arco «Kyria»:
7) Connétables: 9 miembros
8) Sénéchaux: 3 miembros
9) Nautonnier: 1 miembro[2]
Al parecer, a efectos burocráticos, oficiales y jurídicos, se indicaba un «Consejo» formado por cuatro miembros. Tres de los nombres no nos eran conocidos y es muy posible que fuesen seudónimos: André Bonhomme, nacido el 7 de diciembre de 1934, presidente; Jean Delaval, nacido el 7 de marzo de 1931, vicepresidente; Armand Defago, nacido el 11 de diciembre de 1928, tesorero. Sin embargo, había un nombre que ya habíamos encontrado antes: Pierre Plantard, nacido el 18 de marzo de 1920, secretario general. Según la investigación efectuada por otro escritor, el título oficial de Pierre Plantard era el de Secretario General del Departamento de Documentación, lo cual, huelga decirlo, da a entender que existen otros departamentos.