42

Joona entra en la habitación del paciente y ve que un hombre mayor está sentado junto a la cama. Tarda unos segundos en percatarse de que es Reidar Frost. Han pasado muchos años desde que se vieron por última vez, pero el hombre ha envejecido muchos más. El chico está dormido, pero Reidar sigue allí sentado cogiéndolo de la mano.

—Usted nunca creyó que mis hijos se habían ahogado —dice el padre con calma.

—No —responde Joona.

Reidar descansa la mirada sobre la cara dormida de Mikael; luego se vuelve hacia Joona y dice:

—Gracias por no explicar lo del asesino.

Las sospechas de que los hermanos Mikael y Felicia Kohler-Frost fueron víctimas de Jurek Walter fueron cruciales, ya que por esos niños siguieron rastreando y consiguieron detenerlo. Gracias a ellos, Joona y Samuel lo vieron por primera vez, bajo la ventana de la habitación donde dormía la madre.

Joona observa la cara demacrada del joven, la barba rala de su mentón, las mejillas hundidas y las perlas de sudor que le brillan en la frente.

«Mikael me habló de cómo había sido al principio, cuando eran muchos y había conocido a Rebecka Mendel, pero por aquel entonces Jurek Walter cumplía sus primeras semanas de aislamiento», piensa Joona.

De ese momento hacía ya más de una década, y Jurek la había pasado en cautiverio.

Pero logró escapar, así que tienen que poder rastrear el lugar.

—Nunca he dejado de buscar —le dice Joona a Reidar.

Reidar mira a su hijo y en su cara se forma una sonrisa descontrolada. Lleva varias horas sentado en la misma postura, pero no logra saciarse de él.

—Dicen que se pondrá bien, lo prometen, juran que no tiene ningún problema —declara con voz ronca.

—¿Ha hablado con él? —pregunta Joona.

—Le dan bastantes calmantes y no hace mucho más aparte de dormir, pero dicen que es bueno, que lo necesita.

—Yo también lo creo —afirma Joona.

—Se pondrá bien…, quiero decir, psicológicamente, tarde lo que tarde.

—¿Ha dicho algo, cualquier cosa?

—Me ha susurrado cosas, pero no logro entenderlo —dice Reidar—. Parece desconcertado, pero me ha reconocido.

Joona sabe lo importante que es empezar a hablar cuanto antes de lo que ha ocurrido. Recordar es una parte decisiva del proceso de recuperación. Mikael necesita tiempo, pero no pueden dejarlo a su aire. El nivel de exigencia de las preguntas puede ser gradual, pero siempre existe el riesgo de que una persona traumatizada se cierre por completo.

«Lo cierto es que no hay prisa», se repite Joona.

Pueden tardar meses en documentar todo lo sucedido, pero Joona necesita hacerle la pregunta más relevante hoy mismo.

«Tengo que saber si Mikael sabe quién es el cómplice», piensa, y nota que sus latidos se aceleran.

Tan sólo con un nombre o una breve descripción la pesadilla podría terminar.

—Necesito hablar con él en cuanto se despierte —dice Joona—. Son pocas preguntas pero muy concretas, puede que se le haga pesado.

—Mientras no se asuste… —dice Reidar—. Hasta ahí puedo ceder…

Se calla al oír que entra una enfermera. La mujer los saluda en voz baja y le toma el pulso a Mikael a la vez que comprueba el nivel de oxígeno en la sangre.

—Se le han enfriado las manos —le dice Reidar.

—Dentro de un rato le daré un antipirético —asegura la enfermera.

—Pero le dan antibiótico, ¿no?

—Sí, pero puede tardar unos dos días en hacerle efecto —responde ella, y sonríe tranquila mientras cambia la bolsa de suero.

Reidar la ayuda, se levanta, aparta el tubo para facilitarle la tarea y luego la acompaña a la puerta.

—Quiero hablar con su médico —dice.

Mikael suspira y balbucea algo para sí. Reidar se detiene y da media vuelta. Joona se inclina y trata de oír lo que dice.

El hombre de arena
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Prologo.html
Cap_001.html
Cap_002.html
Cap_003.html
Cap_004.html
Cap_005.html
Cap_006.html
Cap_007.html
Cap_008.html
Cap_009.html
Cap_010.html
Cap_011.html
Cap_012.html
Cap_013.html
Cap_014.html
Cap_015.html
Cap_016.html
Cap_017.html
Cap_018.html
Cap_019.html
Cap_020.html
Cap_021.html
Cap_022.html
Cap_023.html
Cap_024.html
Cap_025.html
Cap_026.html
Cap_027.html
Cap_028.html
Cap_029.html
Cap_030.html
Cap_031.html
Cap_032.html
Cap_033.html
Cap_034.html
Cap_035.html
Cap_036.html
Cap_037.html
Cap_038.html
Cap_039.html
Cap_040.html
Cap_041.html
Cap_042.html
Cap_043.html
Cap_044.html
Cap_045.html
Cap_046.html
Cap_047.html
Cap_048.html
Cap_049.html
Cap_050.html
Cap_051.html
Cap_052.html
Cap_053.html
Cap_054.html
Cap_055.html
Cap_056.html
Cap_057.html
Cap_058.html
Cap_059.html
Cap_060.html
Cap_061.html
Cap_062.html
Cap_063.html
Cap_064.html
Cap_065.html
Cap_066.html
Cap_067.html
Cap_068.html
Cap_069.html
Cap_070.html
Cap_071.html
Cap_072.html
Cap_073.html
Cap_074.html
Cap_075.html
Cap_076.html
Cap_077.html
Cap_078.html
Cap_079.html
Cap_080.html
Cap_081.html
Cap_082.html
Cap_083.html
Cap_084.html
Cap_085.html
Cap_086.html
Cap_087.html
Cap_088.html
Cap_089.html
Cap_090.html
Cap_091.html
Cap_092.html
Cap_093.html
Cap_094.html
Cap_095.html
Cap_096.html
Cap_097.html
Cap_098.html
Cap_099.html
Cap_100.html
Cap_101.html
Cap_102.html
Cap_103.html
Cap_104.html
Cap_105.html
Cap_106.html
Cap_107.html
Cap_108.html
Cap_109.html
Cap_110.html
Cap_111.html
Cap_112.html
Cap_113.html
Cap_114.html
Cap_115.html
Cap_116.html
Cap_117.html
Cap_118.html
Cap_119.html
Cap_120.html
Cap_121.html
Cap_122.html
Cap_123.html
Cap_124.html
Cap_125.html
Cap_126.html
Cap_127.html
Cap_128.html
Cap_129.html
Cap_130.html
Cap_131.html
Cap_132.html
Cap_133.html
Cap_134.html
Cap_135.html
Cap_136.html
Cap_137.html
Cap_138.html
Cap_139.html
Cap_140.html
Cap_141.html
Cap_142.html
Cap_143.html
Cap_144.html
Cap_145.html
Cap_146.html
Cap_147.html
Cap_148.html
Cap_149.html
Cap_150.html
Cap_151.html
Cap_152.html
Cap_153.html
Cap_154.html
Cap_155.html
Cap_156.html
Cap_157.html
Cap_158.html
Cap_159.html
Cap_160.html
Cap_161.html
Cap_162.html
Cap_163.html
Cap_164.html
Cap_165.html
Cap_166.html
Cap_167.html
Cap_168.html
Cap_169.html
Cap_170.html
Cap_171.html
Cap_172.html
Cap_173.html
Cap_174.html
Cap_175.html
Cap_176.html
Cap_177.html
Cap_178.html
Cap_179.html
Cap_180.html
Cap_181.html
Cap_182.html
Cap_183.html
Epilogo.html
autor.xhtml