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16 de abril de 1920
Mi pequeño Bebé malo:
Hoy debo estar en casa exactamente al mediodía. Por eso no puedo ir a la hora convenida. Quiero ver si logro encontrar a Osorio para que te entregue esta carta entre el mediodía y las doce y media.
¿Podrás venir mañana a los alrededores de la Librería Inglesa, como de costumbre, a las once?
Me parece que esa hora, al menos durante unos días, será mejor que el mediodía. Mañana a las once, si puedes aparecer, te lo explicaré mejor.
Adiós, pequeño amor mío. Besos inmensos de tu, siempre muy tuyo,
Fernando