capítulo 10 para un análisis más amplio sobre la inteligencia emocional y el desarrollo del talento).
Hasta el momento hemos hablado de la inteligencia emocional individual. Sin embargo, también es posible pensar en la inteligencia emocional como un fenómeno grupal. Como explican Vanessa Druskat y Steven Wolff en el capítulo 6, existen grupos emocionalmente inteligentes de la misma manera que existen individuos emocionalmente inteligentes. Druskat y Wolff sugieren que los equipos emocionalmente inteligentes muestran el tipo de cooperación, compromiso y creatividad que resultan cada vez más importantes para la eficacia organizativa. Además, demuestran que aunque la inteligencia emocional de los miembros individuales contribuye al nivel de inteligencia emocional del grupo, también éste cuenta con otras fuentes de IE. Asimismo, al igual que el individuo emocionalmente inteligente contribuye a la IE del grupo, la IE del grupo contribuye a la IE de sus integrantes. Las personas que forman parte de grupos emocionalmente inteligentes se convierten en individuos más inteligentes emocionalmente.
Muchas de las maneras con los que la IE influye en la eficacia organizativa son sutiles y difíciles de cuantificar. Sin embargo, como Lyle Spencer demuestra en el capítulo 4, ahora podemos estimar con mayor precisión que antes la utilidad económica de la IE en las organizaciones y empresas. Y los resultados de estos análisis concuerdan con nociones de sentido común: las competencias asociadas con la IE desempeñan un importante papel a la hora de determinar la eficacia de las organizaciones y empresas.
Fuentes de IE en las organizaciones
Si la inteligencia emocional individual y grupal contribuye a la eficacia organizativa, ¿en qué contribuye la organización a la inteligencia emocional individual y grupal? Se trata de una pregunta especialmente importante para cualquiera que desee utilizar el poder de la inteligencia emocional en la mejora organizativa. La Figura 1.1 presenta un modelo que apunta algunos factores generales que existen en las organizaciones y que contribuyen a la inteligencia emocional. Quienes deseen ayudar a los individuos y grupos a ser más inteligentes emocionalmente pueden utilizar este modelo como punto de partida.
La inteligencia emocional, como señaló Goleman (1995) en su primer libro sobre el tema, emerge sobre todo a través de las relaciones. Al mismo tiempo, la inteligencia emocional afecta a la calidad de esas relaciones. Kram y yo mismo (