Bowman los había eyectado varias horas después de haberle arrebatado el control a
Hal, así que las órbitas de esos astronautas fueron levemente diferentes de la suya... apenas lo suficiente como para que se quemaran en Júpiter, mientras que usted lo rozó y recibió un empuje de gravedad que lo habría llevado a la Nebulosa de Orion al cabo de algunos miles de años más...
—Haciendo todo en condición de control manual, ¡en verdad, una proeza fantástica! Bowman logró poner a la Discovery en órbita en torno de Júpiter. Ahí se encontró con lo que la segunda expedición denominó Hermano Mayor: un aparente gemelo del monolito de Tycho, pero centenares de veces más grande. —Y ahí es donde lo perdimos. Salió de la Discovery en la cápsula remanente y fue al encuentro del Hermano Mayor. Durante casi mil años hemos estado obsesionados por su último mensaje: "¡Por Deus... está lleno de estrellas!" "¡Y dale con eso!", se dijo Poole. "Jamás de los jamases Dave podría haber dicho eso... Debe de haber dicho: '¡Dios mío... está lleno de estrellas!'" —Parece ser que la cápsula fue atraída hacia el monolito por alguna clase de campo inercial, porque él, y es de suponer que también Bowman, sobrevivió a una aceleración que debió de haberlos aplastado en forma instantánea. Y ésa fue la última información que haya tenido alguien durante casi diez años, hasta la misión conjunta norteamericana- rusa en la Leonov.
Que hizo contacto con la abandonada Discovery, de modo que el doctor Chandra
pudiera ir a bordo y reactivara a Hal. Sí, eso lo sé. El doctor Kim parecía estar ligeramente avergonzado. —Lo siento. No estaba seguro de cuánto se le había informado ya. De todos modos, eso fue cuando cosas aún más extrañas empezaron a suceder: "Aparentemente, el arribo de la Leonov hizo que algo se pusiera en actividad dentro del Hermano Mayor. Si no tuviéramos estas grabaciones, nadie habría creído lo que ocurrió. Permítame mostrarle: aquí está el doctor Heywood Floyd haciendo la guardia de medianoche a bordo de la Discovery, después que se hubo restaurado la energía. Naturalmente, usted lo reconocerá todo.
"Por cierto que sí, y qué extraño resulta ver a Heywood Floyd, muerto hace ya mucho, sentado en mi antiguo asiento, con el ojo rojo de Hal, que nunca parpadea, explorando todo lo que hay en derredor. Y aún más extraño es pensar que tanto Hal como yo compartimos la misma experiencia de resurrección de entre los muertos..." En uno de los monitores estaba ingresando un mensaje, y Floyd respondió con pereza: —Está bien, Hal. ¿Quién está llamando?
NO HAY IDENTIFICACIÓN.
Floyd parecía estar ligeramente molesto. —Muy bien. Por favor, dame el mensaje. ES PELIGROSO QUE PERMANEZCAN AQUÍ. DEBEN PARTIR DENTRO DE QUINCE DÍAS. —Eso es absolutamente imposible. Nuestra ventana de lanzamiento no se abre sino hasta dentro de veintiséis días, contando desde hoy. No tenemos suficiente propulsor como para partir antes.
ESTOY AL TANTO DE ESTOS HECHOS. NO OBSTANTE, DEBEN PARTIR DENTRO DE QUINCE DÍAS.
—No puedo tomar esta advertencia en serio a menos que conozca su origen... ¿Quién me está hablando?
YO FUI DAVID BOWMAN. ES IMPORTANTE QUE ME CREA. MIRE DETRÁS DE USTED.
Lentamente, Heywood Floyd giró en su sillón rotatorio, alejándose de los bancos de paneles y conmutadores de la pantalla de la computadora, dirigiéndose hacia la pasarela cubierta de velero.
—Mire esto con cuidado —indicó Kim.