JUEVES, 31 DE MAYO DE 1945
Hoy comenzó mi vida perra en la buhardilla, independiente. Creo que en casa de la viuda comía sin remilgos por instinto previsor. Ya sabía yo que aquello no podía durar mucho. Por ello me embuché todo lo que pude. Eso no me lo puede quitar nadie ahora. Y por ello, tanto más dura es ahora la transición de la vida de vacas gordas al casi-nada. No tengo provisiones. Hasta ahora no ha habido reparto del racionamiento. Sólo queda el pan que nos dan puntualmente. Para mí son 300 gramos al día, seis panecillos grises de centeno que sin dificultad me comería para desayunar. Pero hoy, a falta de panecillos, tuve que llevarme un pan de kilo. Hice la señal de la cruz por encima del pan, como hacía mi devota abuela. Que no me falte nunca el pan aquí arriba. He hecho unas muescas en la corteza para señalar las tres comidas del día. No hay mantequilla para untar. Las patatas secas y el resto de harina de guisantes que me ha dado la viuda, alcanzan como mucho para dos almuerzos. Para la cena no hay nada excepto ortigas. Eso la deja a una decaída. Ahora, mientras escribo esto, tengo la sensación de que mi cabeza es un globo que podría escapar de mí volando. Y si me agacho, me mareo. La transición es brutal. Sin embargo, me alegra haber tenido estas semanas de vacas gordas. Me quedan algunas fuerzas de ahí. Alguna vez comenzarán con el reparto del racionamiento. Ya no puedo contar con un ruso que me sustente. Eso se acabó.
He estado trabajando todo el día en la buhardilla. Un día de absoluto silencio y soledad. El primero desde hace mucho. He descubierto que ha desaparecido el aparato de radio del propietario del piso. En el lugar en el que estaba se divisan, gracias al polvo de la cal, huellas de manos, sí, huellas dactilares precisas. Material para un Sherlock Holmes. Llegué a la conclusión de que los señores tejadores se habían querido enriquecer aquí. Les pediré cuentas de lo ocurrido. Conseguiré la dirección de la ex ama de llaves de nuestro propietario de la casa huido al oeste de Alemania. Es quien ejerce la autoridad en la casa en su representación, y cobra los alquileres de junio. Los alquileres de mayo se suspenden por orden de la autoridad. El mes de mayo de 1945 no cuenta en lo civil.