Monatte, abogado de los social-patriotas[143]
26 de enero de 1931
En el artículo dedicado a la fraternización de Monatte con los reformistas y los social-patriotas[144], dijimos que oculta a los obreros las más monstruosas traiciones de los social-patriotas, facilitando así esas traiciones. ¿Qué responde Monatte? El mismo Trotsky, afirma, está vinculado a Cachin, que desempeñó un papel vergonzoso durante la guerra[145], Monatte, modestamente, no dice que él, habiendo ingresado provisoriamente al PC, trabajó junto con Cachin. Pero eso no tiene nada que ver con lo que estamos tratando. Para Monatte, el hecho de que la Comintern admitiera en sus filas a Cachin y a otros ex social-patriotas es similar a su «fraternización» con Dumoulin, Zyromsky[146] y otros por el estilo. Es el argumento de un hombre que, hallándose en una situación desesperada, se ve obligado a emplear las mezquinas maniobras de un abogado atrapado sin salida.
Nosotros no fuimos hacia Cachin; él vino a nosotros. Para ingresar a la Comintern, se vio obligado no sólo a repudiar abiertamente su pasado y el del Partido Socialista francés —sobre todo en el período de la guerra— sino también a romper organizativamente con los reformistas y social-patriotas. Tuvo que firmar las veintiún condiciones impuestas por nosotros. Que Monatte relea ese documento: cada uno de los veintiún parágrafos es un hierro candente aplicado sobre las heridas del reformismo y el patriotismo. Independientemente de las cualidades personales de Cachin —acá nos interesa el político, no el individuo— el paso de los ex social-patriotas al bando de la Revolución de Octubre y el bolchevismo fue uno de los golpes más duros que sufrió el social-patriotismo. Nosotros jamás nos hicimos ilusiones. Dijimos que cada «recluta» sería probado en la lucha, y actuarían como jueces los obreros de vanguardia. La selección revolucionaria y la reeducación socialista construirían un partido auténticamente proletario en Francia. A pesar de los errores y crímenes de los epígonos, independientemente de las cualidades personales de tal o cual Cachin, nuestra previsión fue enteramente acertada y sigue siendo válida.
¿Qué pasa con Monatte? Se separó del comunismo. Abandonó la concepción del partido revolucionario del proletariado, es decir, la revolución proletaria.
Después, se pasó al campo de los Dumoulin, Zyromsky y otros, que ni siquiera piensan en romper con la socialdemocracia y el nacional-sindicalismo. Son el ala «izquierda» del campo enemigo, que defiende el estado burgués y la propiedad burguesa. Al romper con el comunismo, Monatte se asoció a esta ala «izquierda» del enemigo de clase.
Así están las cosas. ¡Ay del «revolucionario» que se ve obligado a ocultar sus posiciones con las mezquinas maniobras de un abogado!