Introducción a la declaración de Rakovski[54]
22 de octubre de 1930
Por fin, con alguna demora, recibimos la declaración que los camaradas Rakovski, Muralov, Kosior y Kasparova[55] dirigieron al partido poco antes del Decimosexto Congreso. Desgraciadamente, las copias de la declaración que nos enviaron fueron interceptadas. A pesar de la gran demora, el documento que publicamos mantiene toda su validez. Su carácter conciso no le impide presentar una clara evaluación de los procesos económicos y políticos y señalar correctamente los peligros que se presentan.
Esta declaración guarda estrecha relación con la declaración publicada por el camarada Rakovski cuando el viraje hacia la izquierda del centrismo seguía siendo novedoso y aún no había pasado por la prueba de la experiencia. Sin embargo, los dos documentos son distintos, en el sentido en que constituyen dos respuestas ante distintas etapas del mismo proceso. La primera declaración consignaba el viraje de la dirección hacia posiciones que la Oposición venía defendiendo desde hacía algunos años. Al mismo tiempo, prevenía contra los peligros que podrían surgir con la nueva orientación, exigía la intervención del partido para superar esos peligros y ponía las fuerzas de la Oposición a disposición del partido. Para algunos, esta forma de plantear el problema —en el espíritu del frente único— constituía una «capitulación» o, en el mejor de los casos, una semicapitulación. Pero en realidad estas acusaciones no provenían de una fuente muy seria[56].
Al mismo tiempo, señalábamos que hacer política no significa repetir fórmulas efectivas para todas las situaciones de la vida. En la época del viraje a la izquierda, Rakovski no se hacía la menor ilusión respecto de la línea política del centrismo, el cual analizó con claridad y franqueza en unas tesis escritas en la misma época que la primera declaración.
Sin embargo, no se trataba de repetir en la declaración lo que se decía en las tesis, sino de ayudar al partido, por lo menos a un pequeño sector del mismo, a asimilar las tesis, siquiera en parte. El Partido Comunista de la Unión Soviética está ahogado, lo que significa que es difícil saber cómo repercutió la primera declaración en la base del partido. Sin embargo, no cabe duda de que la declaración de Rakovski, que abrió un boquete en el muro de mentiras y calumnias que levantaron los stalinistas, fue uno de los motivos de que se reiniciara la persecución furiosa a la Oposición de Izquierda antes del congreso. Pero recibimos otra comprobación, esta vez desde afuera de la URSS. El camarada Feroci[57], uno de los dirigentes de la Nueva Oposición Italiana, nos hizo saber a través de un artículo que la declaración de Rakovski había causado gran impresión en el Comité Central del Partido Comunista Italiano, sobre todo en su ala izquierda. De manera que la declaración de Rakovski no sólo no provocó capitulación alguna sino que, por el contrario, fue uno de los factores que dio surgimiento a la Nueva Oposición Italiana.
La declaración que publicamos a continuación hace el primer balance de la política del viraje a la izquierda, en momentos en que se inicia un semiviraje hacia la derecha. El documento analiza claramente estos procesos, y es poco lo que podemos agregar hoy. Pero debemos subrayar dos cuestiones.
La declaración dice que si bien la dirección stalinista prohibió la formación de la Unión de Campesinos Pobres, tolera la existencia de la misma en Ucrania. Si Stalin, Bujarin, Rikov[58], Kamenev y Cía., no pudieron impedir en 1924-1925 que los campesinos pobres de Ucrania se organizaran, se debió exclusivamente a la firme resistencia que opuso el partido ucraniano bajo la conducción del camarada Rakovski.
La segunda cuestión que queremos plantear aquí se refiere a los capituladores. La declaración afirma, justa e implacablemente, que esas personas han perdido «todo derecho a exigir la confianza del partido y la clase obrera». A tono con ello, la declaración reafirma que ninguna persecución impedirá que la Oposición leninista cumpla con su deber hasta el fin.