El plutócrata y filántropo judío sir Moses Montefiore visitó Jerusalén en siete ocasiones, y fue uno de los primeros en construir en el exterior de las murallas. En 1860, inició la construcción de su molino de viento y de sus casas adosadas (derecha). Era lo que los victorianos creían que un «noble hebreo» debía ser, pero él también tuvo sus escándalos secretos: pasados los ochenta años, fue padre de un hijo con una de sus doncellas adolescentes.