25.
Clemencia de Bourges, denominada la Perla oriental, que fue enterrada con el rostro descubierto y la cabeza coronada de flores, por su hermosura, las dos Margaritas y María Estuardo, las tres reinas han expresado sencillas debilidades en un lenguaje sencillo.
He tenido una tía, casi perteneciente a esta época de nuestro Parnaso: Mad. Claudia de Chateaubriand; pero me cuesta más hablar de Mad. Claudia que de la señorita Boisteilleul. Mad. Claudia disfrazándose con el nombre de El Amante, dirige sus setenta sonetos a su amada. Lector, perdona los veinte y dos años de mi tía Claudia: parcendum teneris. Si mi tía de Boisteilleul era más discreta, esto consiste en que tenía quince lustros y medio cuando cantaba, y el traidor Tremigón 26 se presentaba a su antiguo pensamiento de paloma, como un verdadero gavilán. Como quiera que sea, he aquí algunos versos de Mad. Claudia, los cuales la colocan entre las antiguas poetisas.
Soneto LXVI
Oh! qu'enl'amour de suis etrangement traité
Puisque de mes desiers le vrai je n'ose peindre,
Et que je n'ose á toi de la rigueur me plaindre
Ni demandar cela que j'ai tant souhaité!
Mon oeil donc meshuy me servira de laugue
Pour plus assurément exprimé ma haraugue.
Oi, si tu peux, par l'oeil ce que par l'oeil je dy.
Gentille invention, si l'on pouvait apprendre
De dire par les yeux et par les yeux eutendre .
Le mot que l'on n'est pas de prononcer hardy!