Preludio

Extracto del libro electrónico de educación secundaria de Ciencias Sociales e Historia, accesible en 2043 a través de TotalKnowledge.com desde San Diego, California.

“Las ineficiencias en la prestación de servicios, hasta entonces considerados públicos, como la educación, la sanidad o la seguridad, por parte de los gobiernos empujaron a los ciudadanos a cubrir estas necesidades en el ámbito de lo privado. Gradualmente el peso del Estado diminuyó para ser sustituido por la situación actual, donde el interesado ejerce su libertad en un mercado abierto y transparente.

Con el fin de beneficiar al consumidor de los efectos de la globalización de la economía se llevaron a cabo, con éxito, un gran número de fusiones empresariales cada vez mayor volumen. Estas operaciones financieras hicieron posible los Acuerdos de Seattle en 2035 y la creación de las Marcas Globales.

A partir de ese momento las Marcas Globales has garantizado el libre comercio y amparado bajo su protectorado todas aquellas zonas que representan un mercado estable y suficiente para sus productos y servicios.”

Extracto del libro de texto de educación secundaria de Humanidades, impreso en 2043 en la Ciudad Estado de Toledo.

“De 2030 a 2035 la sequía asoló la mitad sur de la península ibérica causando la desertización de grandes extensiones. Adicionalmente el incendio en la central nuclear de Almonacid de Zorita y la epidemia conocida como la peste verde, ambos en 2034, destruyeron el tejido económico de la región. La reacción de la población ante estos sucesos resultó en las revueltas del Dos de Mayo de 2035.

El Gobierno de España recurrió a las Marcas Globales para reprimir estas algaradas, aceptando formar parte de su protectorado. Sin embargo, y como consecuencia del deterioro social y económico de la región las Marcas Sociales rechazaron involucrase en su reconstrucción, abandonando la zona al sur del Tajo a su suerte.

El caos se apoderó de este territorio; junto con el desmoronamiento de toda estructura de gobierno, y una carestía de bienes básicos, que pronto se convirtió en hambruna, no se consiguieron apoyos más allá de sus fronteras. Únicamente en los centros urbanos se mantuvo un semblante de orden y se organizaron como ciudades estado.

En 2040 las ciudades estado de Toledo, Córdoba, Granada, Cáceres y Sevilla se agruparon para formar la Confederación de Ciudades Estado de Al-Andalus con el fin de estabilizar todo el territorio.”