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Se levantó de la cama con ritmo espasmódico mientras que sentía como su cuerpo al completo iba cobrando vida de nuevo. Corrió al salón de la casa chocando en el trayecto con el marco de la puerta de su habitación. Tuvo que apoyar las manos en la pared mientras recorría el angosto pasillo en mitad de la oscuridad y finalmente encendió de golpe todos los interruptores bañando de luz toda la estancia.

Su hija había salido de su habitación somnolienta ya que Flavio estaba haciendo mucho ruido.

—¿Qué ocurre? —preguntó con un bostezo—. Son las seis de la mañana…

El hombre no respondió y su hija se quedó plantada observando cómo arrancaba de la pared el mapa de Madrid donde estaban marcadas con un gran punto de color rojo todas las localizaciones de los asesinatos junto a las fotografías pertinentes. Después se lanzó hasta la mesa que estaba en el centro del gran habitáculo y cogió el rotulador tirando al suelo el jarrón decorativo lleno de flores por culpa del nerviosismo.

Presionó con fuerza la punta del rotulador sobre la fuente de Cibeles donde se había asesinado a la pecadora de Gula y comenzó a deslizar deliberadamente la punta sobre el mapa uniendo los diferentes puntos. Paula se llevó las manos a la boca cuando, atónita, observó el extraño dibujo que su padre estaba haciendo sobre el papel.

—No puede ser… Se está formando una estrella de siete puntas sobre la ciudad de Madrid —dijo ella.

—Ya te lo dije. Este asesino lo tiene todo pensado. Es demasiado meticuloso hasta para elegir los lugares donde va a asesinar a sus víctimas.

—¿Te das cuenta de lo que esto significa? Ahora podemos saber los lugares de los demás asesinatos…

—¡Exacto! —exclamó Flavio casi gritando de júbilo y esbozando una amplia sonrisa— Si seguimos la figura de esta estrella de siete puntas, el siguiente lugar con tránsito de Madrid es La Plaza Mayor.

—¡Sin lugar a dudas es allí donde esta noche nos encontraremos con nuestro asesino! —gritó Paula que calló de repente y comenzó a pensar— ¡Pues claro! ¿Cómo no me había dado cuenta antes? —habló de nuevo chasqueando los dedos—. La estrella de siete puntas representa los dones del Espíritu Santo. Son los dones que el Espíritu Santo otorga a la humanidad.

—¿Y cuáles son estos dones? —interrumpió Flavio.

—Sabiduría, Consejo, Fortaleza y Temor de Dios.

—¡Temor de Dios! Eso es lo que busca el asesino. «Cave Cave Dus Videt». Cuidado, cuidado, Dios te ve.

—Exacto. También significan magia, misterio y fascinación, y lo que más nos tiene que interesar, hace alusión a los siete pecados capitales de «El Bosco» —puntualizó.

Flavio no pudo evitar recordar en su mente cada uno de los pecados capitales a los que hacía alusión la estrella de siete puntas: la Gula, Pereza, Lujuria, Soberbia, Ira, Envidia y Avaricia.

—¿Quieres saber una curiosidad? —preguntó Paula que sacó a su padre de sus pensamientos— Siete son los días de la semana, los mismos que tardó Dios en crear la Tierra, los mares del planeta, las maravillas del mundo y a su vez las calamidades. Siete son también los diferentes infiernos que describe Dante en La Divina Comedia.

—Es escalofriante —anunció el hombre con la carne de gallina—. Pero si todo gira en torno al número siete, ¿por qué el asesino se ha salido del marco para matar a un total de ocho personas?

—¿Ocho?

—No olvides a Marcos Alcalde que fue el primer asesinato, escenificando La extracción de la piedra de la locura.

Paula miró en el mapa el lugar marcado para el primer asesinato en el Museo del Prado que casualmente se encontraba  en el centro de la estrella pintada.

—Es fácil —aclaró—. Ya te expliqué la importancia del número tres. El número hace alusión a la Divina Trinidad, al día en que Jesucristo resucitó, así como al día de la Creación al que se refiere el tríptico de El jardín de las delicias cuando está cerrado.

—Sí, recuerdo eso.

—Pues el número tres, si se cierra se convierte en el ocho, que significa el número perfecto, simboliza la perfección y regeneración de almas, es el nudo sin fin y el infinito…

—La perfección de su crimen… —susurró Flavio dejando escapar las palabras de su boca. No podía creer que una sola persona pudiera ser tan minuciosa con el fin de que todo saliese perfecto… La regeneración de almas… La purificación de la Tierra castigando los pecados de las almas humanas, mandando un mensaje de temor a Dios con el «Cave Cave Dus Videt». Sencillamente era perfecto.

 

El infierno del Bosco
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