69

 

 

 

Victoria se separó de Francisco una vez que éste hubo eyaculado dentro de ella. Habían estado haciendo el amor a petición de él, como siempre. El hombre le había arrancado ferozmente la ropa interior para después tumbarse encima de ella. Se dedicó a penetrarla sin más hasta que finalmente él acabó y, por consiguiente, daba por hecho que ella también. Pero ella no rechistó ya que si se quejaba, Francisco se enfadaría y la castigaría. Se limitó a taparse con la sábana de seda el cuerpo desnudo y miró el techo con ojos vacíos mientras su marido roncaba a su lado.

Se había dado cuenta de que no era feliz, o mejor dicho, se estaba dando cuenta de que no lo era. Al fin y al cabo, ¿qué hacía él por ella? Nada... Lo único que hacía era maltratarla una y otra vez. La separó de su círculo de amigas con las que antes compartía un club de lectura. Ese club de lectura siempre fue su principal afición. Solían elegir en primer lugar una temática entre todas las mujeres y después elegían un libro que todas tendrían que comprar y leer en un tiempo determinado. Después se reunían en la antigua casa que Victoria y Francisco tenían al principio de su relación y debatían sobre la trama, los personajes o el autor. Solamente pudieron reunirse en un total de cuatro sesiones, donde las mujeres compartían un café seguido de un debate literario.  Francisco le había dicho que no se sentía cómodo con el hecho de que se reuniesen en su propia casa y que no creía que fuesen unas buenas amigas.

—¿Para qué quieres un par de amigas si me tienes a mí? No las necesitas... —le había dicho.

Cuando por fin Victoria, en una señal de amor verdadero, accedió y rehusó de su círculo de amigas, lo siguiente que tuvo que eliminar fue la familia. Eso fue sin lugar a dudas lo que más le costó sacrificar, la familia. Victoria tenía muy buena relación con su madre, pero claro, una madre, un padre, e incluso unos hermanos pueden opinar de su pareja y verían cosas que la propia Victoria nunca hubiera visto, ya que el amor la había cegado totalmente.

Es por eso, que Francisco también los vio como enemigos. Sus familiares siempre le advirtieron de que tenía todas las papeletas de ser un maltratador, y no se equivocaron un ápice. Lo habían calado de pies a cabeza y a pesar de todo, Victoria siempre lo negó. Lo defendió de tales acusaciones incontables veces e incluso tuvo varias peleas con uno de sus hermanos, que aseguraba haber visto gestos bastante groseros hacia ella, dejándola en evidencia delante de sus amigas del club de lectura.

Ahora, años después, a las tantas de la madrugada, envuelta en una sábana y mirando al techo, lo comprendió todo. Ese hombre que roncaba a su lado había sido su perdición desde el primer momento. La había ido anulando poco a poco hasta acabar con su personalidad por completo. La había destruido.

Se llevó la yema de los dedos con delicadeza hacia el ojo morado y se quejó a causa del dolor. Después frunció el ceño y giró la cabeza con malicia hasta observarlo dormir plácidamente. Le miró como nunca antes lo había hecho. Ahora le odiaba, con todas sus fuerzas... y de un momento a otro podría vengarse.

 

El infierno del Bosco
titlepage.xhtml
part0000_split_000.html
part0000_split_001.html
part0000_split_002.html
part0000_split_003.html
part0000_split_004.html
part0000_split_005.html
part0000_split_006.html
part0000_split_007.html
part0000_split_008.html
part0000_split_009.html
part0000_split_010.html
part0000_split_011.html
part0000_split_012.html
part0000_split_013.html
part0000_split_014.html
part0000_split_015.html
part0000_split_016.html
part0000_split_017.html
part0000_split_018.html
part0000_split_019.html
part0000_split_020.html
part0000_split_021.html
part0000_split_022.html
part0000_split_023.html
part0000_split_024.html
part0000_split_025.html
part0000_split_026.html
part0000_split_027.html
part0000_split_028.html
part0000_split_029.html
part0000_split_030.html
part0000_split_031.html
part0000_split_032.html
part0000_split_033.html
part0000_split_034.html
part0000_split_035.html
part0000_split_036.html
part0000_split_037.html
part0000_split_038.html
part0000_split_039.html
part0000_split_040.html
part0000_split_041.html
part0000_split_042.html
part0000_split_043.html
part0000_split_044.html
part0000_split_045.html
part0000_split_046.html
part0000_split_047.html
part0000_split_048.html
part0000_split_049.html
part0000_split_050.html
part0000_split_051.html
part0000_split_052.html
part0000_split_053.html
part0000_split_054.html
part0000_split_055.html
part0000_split_056.html
part0000_split_057.html
part0000_split_058.html
part0000_split_059.html
part0000_split_060.html
part0000_split_061.html
part0000_split_062.html
part0000_split_063.html
part0000_split_064.html
part0000_split_065.html
part0000_split_066.html
part0000_split_067.html
part0000_split_068.html
part0000_split_069.html
part0000_split_070.html
part0000_split_071.html
part0000_split_072.html
part0000_split_073.html
part0000_split_074.html
part0000_split_075.html
part0000_split_076.html
part0000_split_077.html
part0000_split_078.html
part0000_split_079.html
part0000_split_080.html
part0000_split_081.html
part0000_split_082.html
part0000_split_083.html
part0000_split_084.html
part0000_split_085.html
part0000_split_086.html
part0000_split_087.html
part0000_split_088.html
part0000_split_089.html
part0000_split_090.html
part0000_split_091.html
part0000_split_092.html
part0000_split_093.html
part0000_split_094.html
part0000_split_095.html
part0000_split_096.html
part0000_split_097.html
part0000_split_098.html
part0000_split_099.html
part0000_split_100.html
part0000_split_101.html
part0000_split_102.html
part0000_split_103.html
part0000_split_104.html
part0000_split_105.html
part0000_split_106.html
part0000_split_107.html
part0000_split_108.html
part0000_split_109.html
part0000_split_110.html
part0000_split_111.html