Nota del autor

 

No tienen que ir por el mundo presumiendo que un día amanecieron en una habitación de cortinas rojas, eso nunca se olvida.

Es como un trofeo, si lo ponen en la chimenea principal de su casa para que sea lo primero que la gente vea, le dicen al mundo: “esto es lo que soy”. Ahora, si lo guardan en un cajón, dicen: “esto es algo que alguna vez hice”.

En el cajón no va a desaparecer, estoy segura que muchas veces nos castigamos abriendo ese cajón. Solo digo que, todas tomamos malas decisiones, que a veces se van de las manos…

Está bien, tú lo sabes, tú cabeza lo sabe, tú cuerpo lo sabe, peor aún, tú conciencia lo sabe.

Solo… no se aferren a eso. Yo creo que somos mucho más que nuestras malas decisiones.

No hay que tratar de ser perfectas,

solo hay que ser la mejor versión de uno mismo.

Si se puede.

Con todo cariño…

Azminda