Dedicado
A todas las mujeres que viajan en el tren de malas decisiones.
Si se puede bajar, preciosas.
Cuando una mujer bebe es como si un animal estuviera bebiendo, o un niño. El alcoholismo es escandaloso en una mujer, es raro, es un asunto serio.
Es un insulto a lo divino en nuestra naturaleza.
Marguerite Duras.
Tabla de Contenido
Prefacio
¿Cómo empecé?… Tal vez cuando solo tenía dieciséis años, y ni una sola de alcohol en mi sistema.
― ¡Papá! ―Por su expresión, cambié de táctica y bajé un poco el tono de voz―. Pá, tiene el ojo morado ―supliqué con una mano extendida señalando a la cocina, donde mi pobre amiga se escondía de su madre, del abuso, de la vida miserable que le tocó vivir―, algo tenemos que a hacer. No podemos permitir que la siga tratando así.
Llevaba la mitad de mi vida peleando una guerra que no era mía, pero que sentía en el corazón. ¿Cómo la podía tratar así? ¿Por qué nadie hacía nada?
―Chris, no podemos hacer nada ―Mi madre trató de abrazarme, con un paso atrás la rechacé. ¡Algo! ¡Que hicieran algo!
“¡Mari! ¡Mari!”, se escuchó a través de las ventanas. Temblando me dejé caer en el suelo, escondí la cabeza entre mis piernas, y tensé todo el cuerpo. El torrente de sangre en mi cabeza dejó afuera el mundo, solo la voz del repudio sonaba en mi cabeza. Grité, bramé dentro de mi cabeza. Rogué por alguien, por algo que me ayudara a cuidar a mi hermana. ¡Malditos sus padres! ¡Malditos mis padres por no hacer nada! ¡Maldita Mari por no defenderse! ¡Maldita yo! Que no era lo suficientemente fuerte para defenderla. Mi cabeza daba vueltas, mi estómago se retorcía, mi garganta se hizo nudo.
Podía escapar con ella. Podía matar a su madre. Podía… hacer nada.
Demoré unos minutos en recomponerme, en conquistar a la voz que murmuraba cosas sin sentido. Yo no podía dañar a nadie y, obviamente, tampoco defenderla. Tenía que usar la cabeza y no los sentimientos para poder ser una diferencia en la vida de mi amiga… ¡No! mi hermana, Mari era mi hermana por decisión. Este instinto de protegerla, de ayudarla tenía que esperar a que creciera, cuando yo creciera las cosas iban a cambiar.
Yo iba a salvar a Mari.