EL VENDEDOR DE SEGUROS QUE CANONIZÓ A CRISTÓBAL COLÓN
Para buscar al antipapa Gregorio XVII nos tenemos que trasladar a la localidad de El Palmar de Troya (España). En 1969, Clemente Domínguez Gómez, un vendedor de seguros, quedó abducido por la historia de unas niñas que decían que la Virgen se les había aparecido en El Palmar de Troya, hasta el punto de que, cual iluminado de turno, fundó la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz. Aprovechando la buena fe de las gentes, su credulidad y la búsqueda de un atisbo de esperanza (apariciones, curaciones milagrosas…), la enorme finca que adquirió con las donaciones comenzó a convertirse en lugar de peregrinación internacional. En 1976, ya ciego por un accidente automovilístico, fue ordenado sacerdote por el arzobispo vietnamita Pedro Martín Ngo-Dinh-Thuc y, más tarde, obispo. Ese mismo año, la Iglesia romana le excomulgó a él y al resto de dirigentes de su congregación. Dos años más tarde, una nueva revelación de la Virgen le ordena autoproclamarse Papa y lo hace con el nombre de Gregorio XVII. El siguiente paso es ponerse a canonizar: Don Pelayo, Cristóbal Colón, Carrero Blanco, Franco… y a excomulgar: Juan Pablo II, la Familia Real o todos los que hubieran visto la película Jesucristo Superstar. Además, en 1988 consigue su jugada maestra: cambia la palabra Papa de sus estatutos por Jefe de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz y consigue, mediante una sentencia del Tribunal Supremo, la inscripción de la Iglesia Cristiana Palmeriana en el Registro de Asociaciones Religiosas… y su consiguiente exención de pagar impuestos.
El nombramiento como Papa tiene su propia historia. Aunque lo he citado como autoproclamación tras la revelación de la Virgen, sus seguidores fueron testigos de cómo el Espíritu Santo dio el OK a la elección. En una ocasión en la que el contable entró en trance, según sus palabras cuando recibía las visitas de la Virgen, los presentes vieron cómo una mariposa revoloteaba alrededor del elegido. Lógicamente, esta señal se interpretó como la confirmación del Espíritu Santo a su nombramiento. Los fieles, para que no hubiese lugar a dudas y tener una prueba de la intervención divina, decidieron capturar a la pobre mariposa e insertarle un alfiler.
Gregorio XVII murió en 2005, le sucedió Pedro II hasta 2011 y en la actualidad el Jefe de la Orden es Gregorio XVIII. Lo que me extraña es que no canonizase al Cid…