EL PAPA QUE NO HABRÍA PERMITIDO PUBLICAR ESTE LIBRO
Me gusta creer que la censura, hoy en día, es un vestigio del pasado… ¡toma frase! Dejando a un lado el porcentaje de veracidad de mi magnífica frase, estoy seguro de que Pablo o Paulo IV no habría permitido que este libro viese la luz. Supongo que el hecho de ser Inquisidor General antes de ser nombrado Papa en 1555 tendría que ver en su costumbre de «condenar y luego juzgar» a todo lo que olía a impuro o hereje; además, a pesar de ser nuncio del Papa León X en la corte española, odiaba a los españoles… algo tendría que ver el Sacco di Roma por el emperador Carlos V.
De toda la vida de Dios, y antes y después, el libre pensamiento ha sido el mayor peligro para los que ostentan el poder. Había que cortar de raíz cualquier atisbo de pensamiento que no fuese el oficial marcado desde Roma e, igualmente, los medios en los que se pudiese difundir. En 1559, y a través de la Sagrada Congregación de la Inquisición de Roma, se elaboró el Index librorum prohibitorum (Índice de libros prohibidos) cuya lectura llevaría el alma del osado lector a quemarse en el Infierno. El Index contenía nombres de autores cuyas obras estaban prohibidas en su totalidad, obras puntuales y un detallado repertorio de los capítulos, páginas o líneas que debían ser borrados. Estuvo en vigor hasta 1966, cuando Pablo VI lo suprimió como consecuencia de las reformas establecidas durante el Concilio Vaticano II. En aquel momento, contenía más de 4000 títulos.
En su política religiosa, siguió el mismo camino y aquí quienes pagaron el pato fueron los judíos. En 1555 emitió la bula Cum nimis absurdum que, por su contenido, debió ser lectura obligatoria para los nazis cuatro siglos después. Según este alegato antisemita, los judíos eran esclavos por naturaleza y debían ser tratados como tales, ser recluidos en guetos, sólo se permitiría una sinagoga por ciudad y se les prohibía ejercer determinadas profesiones, por lo que debieron malvender sus propiedades y fueron obligados a llevar unos distintivos de color amarillo (los hombres un gorro y las mujeres un pañuelo)… Los nazis no inventaron nada nuevo.