EL ANILLO DEL PESCADOR
La primera mención del anillo del Pescador que llevan los Papas se encuentra en una carta de Clemente IV, escrita en 1265, dirigida a su sobrino, Pedro Grossi. En la carta relata que el anillo del Pescador sirve para sellar las cartas privadas. Sin embargo, a partir del siglo XV, el anillo del Pescador se empieza a utilizar para sellar los documentos oficiales certificando, de esta forma, que es palabra del Papa… o palabra de Dios. A mediados del siglo XIX dejó de utilizarse y pasó a convertirse en un símbolo.
Cuando se elige nuevo Papa, el Cardenal Camarlengo le coloca el anillo del Pescador. Está hecho de oro y en él se representa a San Pedro en una barca echando las redes; alrededor del anillo se graba en relieve el nombre del Papa en latín. Cuando el Papa fallece o renuncia, se procede a retirar el anillo y destruirlo para que, testimonialmente, nadie pueda hacer uso de él mientras el trono de San Pedro esté vacante. El hecho de destruirlo ha pasado de ser algo literal a simplemente anularlo grabando unas rayas o una cruz.