ALBERTO MARTOS
Esta es mi tercera temporada en Levántate y Cárdenas. Mis secciones son bromas con micrófono oculto en la calle y las preguntas de cultura general a los estudiantes. Vayamos por partes, porque las dos tienen muchas anécdotas que contar. Como para escribir un libro… o por lo menos un capítulo.
Cuando Javier me comentó por primera vez si me veía capaz de hacer bromas de micrófono oculto en la calle, la verdad es que me hizo, por una parte, mucha ilusión por pertenecer a un programa de radio con el presente y el futuro que por aquel entonces tenía en su segunda temporada en Europa FM, y por otra, si no miedo, sí cierto respeto a no estar a la altura de las expectativas y a la confianza mostrada en mí.
Hasta ese momento mi única experiencia parecida había sido la de hacer de falso camarero o infiltrado en bodas, despedidas de solter@ y comidas o cenas de empresa. Parecido sí, cierto. Pero en este caso todo está mucho más controlado. Tienes como cómplice a la persona o a las personas que te han contratado y si algo se sale un poco de madre en un momento dado, estas pueden intervenir si es necesario.
En las bromas que hago en la calle voy siempre solo. Bueno, con mi grabadora. Y te puedo decir con total sinceridad que ahora, después de tres temporadas, las tengo más respeto que antes. Antes de salir a grabar tengo una sensación de «A ver qué es lo que va a pasar hoy» que es demasiado. Me pongo ropa cómoda y, sobre todo, calzado deportivo… por si acaso.
Normalmente hago cuatro o cinco tipos de bromas: hermano mayor, el ucraniano, guardaespaldas Security, el padre Martos, «Que le vas a dar»… y este año se me ha encargado que haga al Brasas a los taxistas. Por si no las has escuchado, te cuento rápidamente en qué se basan estas bromas.