143 Es una confianza en la promesa de la ley moral. No que esta confianza viene de esta ley misma, pero yo la junto a ella por un motivo moralmente suficiente. En efecto, la razón no puede prescribirnos un objeto final por medio de ninguna ley sin prometernos al mismo tiempo, aunque de una manera incierta, la posibilidad de alcanzarla, y sin autorizar por esto nuestra creencia con las solas condiciones que nos permiten concebir esta posibilidad. Esto es lo que expresa ya la palabra fe, mas la introducción de esta expresión y de esta idea particular de la filosofía moral puede parecer sospechosa, porque viene del Cristianismo, y se podría ver únicamente en el empleo de esta palabra una vana imitación de su lengua. Mas este no es el solo caso en que esta religión, tan admirable y tan sencilla, ha enriquecido la filosofía de conceptos morales los más determinados y los más puros que esta había podido suministrar hasta ahora, sino que una vez puestos en el mundo, son libremente aprobados por la razón, y aceptados como conceptos que ella habría podido hallar o introducir por sí misma.<<