8 La primera traducción es la que he indicado más arriba; es de 1796. La segunda es de M. Keratry; está precedida de un extenso comentario (Examen filosófico de las consideraciones sobre el sentimiento de lo sublime y de lo bello de Kant, París, 1823). Otra traducción se publicó en el mismo año por M. Weyland bajo este título: Ensayo sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime.<<