15. EL POSTE DE LA CIGÜEÑA
En un pueblo entre Ivanovo y Ruse una cigüeña hacía siempre su nido sobre el poste de la luz, ignorando el riesgo y los daños que podía provocar. El Ayuntamiento, después de haberla expulsado inútilmente varias veces, plantó, tras una deliberación oficial, otro poste, expresamente reservado para la cigüeña, la cual, en efecto, lo eligió como domicilio periódico. Bulgaria también es tierra de semejante amabilidad; no solo el famoso valle de las rosas, que distraía a Moltke cuando viajaba visitando fortalezas, sino también tantas atenciones con los animales y su poesía.