13. MITTELEUROPA Y ANTIPOLÍTICA

El libro de György Konrád, que ha obtenido el favor del público pero no el de Gigi, no ha podido aparecer en Hungría, por motivos de censura, y ha aparecido en Alemania, en versión alemana. Konrád es un escritor húngaro, su novela La visita le ha dado a conocer en Italia. Su libro prohibido se titula Antipolítica y lleva por subtítulo Meditaciones mitteleuropeas. Mitteleuropa se convierte en la clave de un rechazo de la política o, mejor dicho, de lo que se entiende como pan-politización totalitaria, como invasión del Estado y de la razón de Estado en cualquier esfera de la existencia. La división de Europa entre las dos superpotencias, sancionada por Yalta, es para Konrád un típico y trágico efecto de esta política falsamente grande y falsamente mundial, o sea tiránicamente prevaricadora.

A la ideología de los dos bloques rivales, Konrád opone una estrategia intelectual flexible, liberal y tolerante, inspirada por el sentido de la medida y el realismo empírico; sensibilidad mitteleuropea significa, también para él, defensa de lo particular ante cualquier proyecto totalizante y autoritario. Mitteleuropa es el nombre que Konrád da a su concepción o esperanza de una Europa unida y autónoma de los dos bloques, con la convicción de que las actuales disputas entre rusos y americanos, que hoy parecen el pivote de la historia universal, se nos antojarán un día tan insensatas e irresponsables como aquellas entre franceses y alemanes hace escasas décadas. En Budapest, por tanto, Europa no existe únicamente en los cafés del muelle, sino también en las mentes. Es posible, sin embargo, que Gigi no esté del todo equivocado; al igual que para Kundera, también para Konrád «Mitteleuropa» se convierte en una palabra noble pero vaga y genérica, un ilusorio passe-partout metapolítico para cualquier aspiración política. El propio Konrád observa que la unidad entre intelectuales y pueblo, que él espera, solo se realiza cuando el poder se colapsa, es decir, en situaciones excepcionales y trágicas, que está muy lejos de desear.