Capítulo cinco
No hay metabolismos perfectos
Winston Churchill (uno de los hombres más Cabrones y admirables de la historia) solía decir: “La perfección implica parálisis”.
Nadie pudo haberlo dicho mejor. Pretender hacer todo a la perfección es la razón principal por la que nunca conseguimos nada.
“O hago todo perfecto -te dices-, o mejor no lo hago”… Paso seguido, ante el primer revés o diferencia que no corresponda a mi definición de perfección, me rindo y dejo las cosas por la paz.
Si no puedo ahorrar 15% de lo que gano todos los meses, entonces mejor no ahorro nada.
Si no puedo acabar con las deudas de mis tarjetas de crédito en dos meses, entonces mejor ni trato. Si no puedo hacer mi testamento esta semana, mejor lo dejo para nunca.
Si no puedo ser la mejor inversionista del mundo, entonces mejor guardo del dinero dentro del cajón.
O todo o nada. Eventualmente gana el nada.
Ningún metabolismo financiero es perfecto todo el tiempo. Hay momentos de altas y bajas, periodos en que funciona mejor y otros en que funciona “menos mejor”. La perfección no existe porque el mundo es imperfecto y nosotras también. No hay mujeres que ahorren todos los meses lo que se proponen, ni inversionistas que siempre hayan ganado más intereses que los demás, ni nadie que, por más cauta y disciplinada que sea, nunca haya hecho una compra innecesaria o siempre encuentre los precios más bajos.
A veces son las circunstancias de la vida las que nos llevan a cometer errores (un mes en el que tienes demasiados percances es, obviamente, un mes en el que no vas a poder ahorrar), y a veces erramos porque somos mujeres y pecadoras (¡Esos zapatos, mmmmm, mmmmm, mmmmm!).
No estás sola. Todas cometemos errores que alentan nuestro metabolismo financiero. Y a lo largo de la vida no cometemos ni uno ni dos, ni tres… nos equivocamos seguido y con ganas (nada de errores mediocres, muchas veces metemos la pata de manera monumental).
El que cometas errores no quiere decir que no vas a conseguir ser una Cabrona y Millonaria. Lo único que demuestra es que eres humana y que tienes que ajustar y hacer pequeños cambios a la manera en que manejas el dinero.
La única manera en que tu metabolismo financiero se detenga por completo es si ante la imperfección te rindes y olvidas tu deseo de convertirte en Millonaria.
Ojo, no ser perfecta no implica ser mediocre, conformarte con resultados a medias ni hacer las cosas al “ahí se va”. Hay que saber resolver la situación cuando las cosas no marchan como esperas y tener el empuje y la creatividad para encontrar un camino diferente que te lleve a tus mismos objetivos. Si no puedo ahorrar recortando mis gastos, a lo mejor lo que debo hacer es cancelar mis tarjetas de crédito. Si no puedo invertir yo sola y conseguir los resultados que quiero, a lo mejor es tiempo de buscar a un asesor financiero que me oriente.
Cambia tu definición de Perfecta (la que hace todo bien) a Perfeccionadora (la que hace mejor las cosas cada día).