NO PONGAS TODOS TUS HUEVOS EN LA MISMA CANASTA
¿Te acuerdas del cuento de la lecherita que iba al mercado con todos sus huevos en la misma canasta soñando con las riquezas que iba a conseguir al venderlos, cuando de pronto tropezó y todos sus planes, literalmente, se estrellaron?
Esta lecherita es el ejemplo de cómo invierten las mujeres Lindas e inocentes, poniendo todo su dinero en el mismo instrumento (“Invierto todo mi dinero en acciones porque me han dicho que me van a dar muchas ganancias”).
Las Cabronas y Millonarias, por el contrario, diversifican. Repartimos el dinero que tenemos ahorrado entre varios instrumentos financieros de características diferentes: una parte en renta fija (como inversiones a plazo o fondos de inversión de deuda) y otra parte en renta variable (como acciones o sociedades de inversión que inviertan en acciones). Elegir “un poco de todo” permite, en el largo plazo, conseguir mayores ganancias y menores riesgos, ya que en caso de que alguno de los instrumentos tenga resultados poco favorables (como puede suceder con todos los instrumentos en ciertos momentos), éstos se compensan con la buena evolución de otros.