7. La Corporación Nethuns
EL vehículo pasó por la cabina de control y se dirigió hasta la entrada principal del edificio Neptuno. Campbell sacó dos tarjetas de visita del bolsillo interior de su chaqueta, se volvió hacia los asientos traseros y entregó una a cada uno.
—Póngansela en un lugar visible —aconsejó. Después, abrió la puerta y se apeó.
Una sensación extraña embargó a Miguel Corbal al toparse de nuevo con aquel bloque de cinco alturas de cristal oscuro. Un recuerdo intenso del pasado que jamás había logrado olvidar y que encogió sus entrañas.
Respiró hondo.
Virginia buscó su mirada cómplice antes de seguir al empleado de Garner al interior. Notaba el peso del libro en su bolsa como un pecado a punto de ser expiado.
Miguel la tomó de la mano.
—Acompáñenme.
Campbell avanzó hasta el umbral, y las puertas automáticas se deslizaron invitándolos a entrar.