TODO COMENZÓ POR UN AMERICANO que se asomó al balcón de su hotel el día que atacaron el palacio presidencial y un soldado nervioso le disparó una ráfaga y lo mató. Su mejor amigo juró que vengaría esta muerte y vino a Cuba y se hizo guerrillero, llegando a tener el grado de comandante. Después, en la paz, se hizo experto en la cría de ranas toros. Llegó a criar las más grandes ranas de la isla y este americano estaba orgulloso de su habilidad para criar ranas toros.
Pero un día detuvieron un camión que llevaba armas para los contrarrevolucionarios en las montañas cercanas a la granja de ranas toros. Este americano manejaba él mismo el camión. Fue juzgado sumariamente y fusilado a las siete de la noche un día de 1961 -apenas cinco años después que habían matado a su amigo.