¡Adiós!

Lunes, 10

Por la tarde nos reunimos todos por última vez para conocer el resultado de los exámenes y recoger las cartillas con las correspondientes calificaciones.

La calle estaba llena de padres, que también habían invadido el amplio zaguán. No pocos entraron en las aulas, empujándose hasta la mesa del maestro. En la nuestra ocupaban todo el espacio que hay entre la pared y los primeros bancos.

Entre ellos vi al padre de Garrone, la madre de Derossi, el herrero Precossi, Coretti, la señora Nelli, la verdulera, el padre del albañilito, el de Stardi y muchos otros que no conocía. Por todas partes se percibía un murmullo y se oía hablar como cuando se está en una plaza.

Entró el maestro y guardamos completo silencio. Llevaba una lista en la mano y empezó a leer seguidamente:

—Abatucci, aprobado, 6,6; Archimi, aprobado, 5,5; el albañilito, aprobado; Crossi, aprobado… —Luego añadió con voz fuerte—: Derossi Ernesto, aprobado, 7,7 y primer premio.

Todos los que estaban presentes y le conocían, gritaron: —¡Bien por Derossi!

Él se dio un estirón a los rubios rizos y miró con fruición a su madre, que le saludó con la mano. Garoffi, Garrone y el calabrés también figuraron entre los aprobados. Después leyó los nombres de tres o cuatro que tienen que repetir curso, echándose a llorar uno de ellos porque le amenazó su padre, que estaba en la puerta. El maestro se apresuró a decirle:

—Mire, no se ponga así, porque muchas veces es por mala suerte, como ha sucedido en el caso de su hijo.

Continuó leyendo. Nelli sacó aprobado y su madre le envió un beso al aire con el abanico. Stardi obtuvo notable de media, mas no por eso se sonrió ni se quitó los puños de las sienes. El último de la lista fue Votini, que resultó aprobado. Era el que iba vestido con mayor elegancia y mejor peinado. Terminada la lectura de las calificaciones, el maestro se levantó y nos dijo:

—Muchachos, ésta es la última vez que nos reunimos. Hemos estado juntos todo el curso y ahora nos separamos como buenos amigos, ¿no es verdad? Siento esta separación, queridos niños… —Se interrumpió y luego continuó diciendo—: Si alguna vez he llegado a perder la paciencia, si en alguna ocasión he pecado de injusto, sin quererlo, o me he mostrado excesivamente severo, perdonadme.

—¡No, no, señor maestro! —dijeron a un tiempo padres y alumnos.

—Disculpadme —repitió el maestro— y no dejéis de quererme. El próximo curso ya no estaréis conmigo, pero os veré con frecuencia y permaneceréis en mi corazón. ¡Felices vacaciones, muchachos, y hasta la vista!

Dicho esto pasó entre nosotros y todos le tendían la mano, empinándose, subiéndose en los bancos, le tiraban de la chaqueta y le cogían los brazos. Algunos le abrazaron y cincuenta voces dijeron a coro:

—¡Hasta la vista, señor maestro! ¡Gracias por todo! ¡Que le vaya bien! ¡Acuérdese de nosotros!

Cuando salió estaba emocionado.

Abandonamos la clase en tropel. También salían al mismo tiempo de las otras clases y se produjo una gran confusión de saludos y de mutuas despedidas entre muchachos, maestros, padres y maestras.

La maestra de la pluma roja tenía cuatro o cinco niños encima y unas veinte criaturas a su alrededor, que no le dejaban respirar. A la «monjita» casi le habían destrozado el sombrero y la habían llenado de ramitos de flores que ponían en los ojales y en los bolsillos del vestido negro. Muchos felicitaban a Robetti, que aquel día era, precisamente, el primero que iba sin muletas.

Por todas partes se oía decir: «¡Hasta el próximo curso!». «¡Hasta el veinte de octubre!». «¡Nos veremos por Todos los Santos!».

También nos despedimos mi padre y yo de los conocidos.

¡Cómo se olvidan en esos momentos los sinsabores pasados! Votini, que siempre se había mostrado tan envidioso de Derossi, fue el primero en abrazarlo con efusión. Yo saludé y estreché la mano del albañilito en el instante que por última vez me ponía el hocico de liebre. ¡Qué buen chico! Saludé a Precossi y a Garoffi, el cual me dijo que había obtenido un premio en la última rifa y me entregó un pequeño pisapapeles de mayólica, algo roto por una esquina. De todos me despedí con un apretón de manos.

Fue emocionante ver cómo se acercó el pobrecito Nelli a Garrone, del que no podían despegarlo. Todos rodeaban a Garrone, lo abrazaban y zarandeaban en prueba de cariño, como bien se lo merecía el ejemplar muchacho, que a todos sonreía. Su padre estaba allí embobado ante semejante muestra de afecto. A Garrone fue el último a quien abracé, ya en la calle, procurando contener un sollozo al tener mi cara sobre su pecho; él me dio un beso en la frente.

Después corrí a reunirme con mi padre y mi madre. Mi padre me preguntó si me había despedido de todos, y yo le dije que sí.

Luego me recomendó que buscara y pidiera perdón a quien le hubiese faltado alguna vez.

—No hay ninguno —le respondí.

—Bueno, pues entonces, vámonos.

Dirigió una última mirada a la escuela y dijo con voz conmovida:

—¡Adiós!

Mi madre repitió:

—¡Adiós!

Yo… no pude decir nada.

Corazón
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
dedicatoria.xhtml
octubre.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
noviembre.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
diciembre.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
enero.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
febrero.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
marzo.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
abril.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
mayo.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
junio.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
julio.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
autor.xhtml