La víspera del día 14 de marzo
La jornada de hoy ha sido bastante más alegre que la de ayer. ¡Trece de marzo! Víspera de la distribución de premios en el teatro Víctor Manuel, la grande y hermosa fiesta de todos los años. Pero esta vez no se designan al azar los alumnos que han de subir al escenario para presentar los diplomas de los premios a los señores encargados de entregarlos.
El Director vino esta mañana poco antes de la hora de salida, y empezó diciendo:
—Muchachos, tengo que daros una buena noticia. —Luego añadió: —¡Coraci! —El calabrés se puso inmediatamente de pie—. ¿Quieres ser uno —le preguntó— de los que mañana entreguen en el teatro los diplomas a las autoridades?
El calabrés dijo que sí y el Director contestó:
—Está bien; así habrá un representante de Calabria. Os aseguro que será un acto digno de verse. Este año ha querido el Ayuntamiento que diez o doce chicos de las diversas regiones de Italia, designados en los distintos centros docentes de la ciudad, se encarguen de presentar los premios. Contamos actualmente en Turín con veinte grupos escolares y cinco anejos, que frecuentan siete mil alumnos, y entre tan gran número no ha costado mucho trabajo encontrar un muchacho por cada región italiana. En el grupo «Torcuato Tasso» se hallaban dos representantes de las islas: un sardo y un siciliano; la escuela Boncompagni proveyó un chico florentino, hijo de un ebanista; hay un romano de la misma Roma en el grupo «Tommaseo»; se encontraron fácilmente vénetos, lombardos y romañolos; el grupo «Monviso» da un napolitano, hijo de un militar; nosotros designamos a un genovés y a un calabrés; éste eres tú, Coraci. Con el piamontés, habrá doce. ¿No os parece que la idea es acertada? Serán hermanos vuestros de todas las regiones italianas los que os den los premios. Mirad, se presentarán los doce a la vez en el escenario. No dejéis de saludarlos con nutridos aplausos. Es verdad que son unos chicos como vosotros, pero representan a sus respectivas regiones como si fueran ya personas mayores. Una pequeña bandera tricolor simboliza a Italia lo mismo que una grande, ¿no es así? Aplaudidlos, pues, calurosamente para demostrar que vuestros corazones infantiles saben sentir gran amor y que vuestras almas de diez años se exaltan ante la santa imagen de la Patria.
Dicho esto, se fue, y el maestro dijo, sonriéndose:
—De manera que tú, Coraci, eres el designado por Calabria.
Todos aplaudimos entonces, sin parar de reírnos, y cuando estuvimos en la calle, rodeamos a Coraci; algunos le cogieron por las piernas, lo alzaron y lo llevaron como en triunfo, gritando:
—¡Viva el diputado de Calabria!
¡VIVA EL DIPUTADO DE CALABRIA!
Era; naturalmente, una broma, pero sin ningún sabor a escarnio, sino todo lo contrario, para demostrarle afecto, pues es un chico al que todos queremos; y él se sonreía de satisfacción.
Así lo llevaron hasta la esquina, donde se encontraron con un señor de barba negra, que también se echó a reír. Al decir el calabrés que era su padre, los otros le dejaron a su lado y se esparcieron en todas direcciones.