1983 cierra la tetralogía Red Riding Quartet con una trama asombrosa y trepidante.

El mundo de David Peace es realmente terrible, en él no parece haber futuro ni escapatoria, y los escasos gestos nobles que ahí pueden aflorar son de hombres destinados a la soledad y a la desgracia. Con una brillante y sórdida exposición de los hechos, Peace nos traslada adelante y atrás en el tiempo, entre 1983 y los acontecimientos narrados en 1974, 1977 y 1980, y nos ofrece las respuestas a los interrogantes de estas novelas en una trama envuelta en un clima de desasosiego y soledad.

Monólogos interiores, escritura entrecortada y diálogos sombríos reproducen los crímenes del Destripador de Yorkshire en un paisaje atormentado y sin futuro.