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Jueves, 9 de junio de 1983.

Día-D:

Apartamento 5, Blenheim Road 28, St. John’s, Wakefield.

Corazón perdido.

No puedes dormir; no puedes dormir; no puedes dormir.

Las ramas siguen dando golpes en el cristal.

Todo el mundo lo sabe.

Estás tumbado de espaldas, en calzoncillos y con alas.

Las ramas dando golpes en el cristal.

Todo el mundo lo sabe.

Estás tumbado de espaldas, en calzoncillos y con las alas ennegrecidas por la sangre de él, ennegrecidas por la sangre de todos.

Las ramas aporrean el cristal.

Estás tumbado de espaldas, en calzoncillos y con las alas ennegrecidas por la sangre de todos, sin poder quitarte de la cabeza esa melodía atroz y lo que ella te dijo: «Todo el mundo lo sabe; todo el mundo lo sabe; todo el mundo lo sabe y…».

Las ramas rompen el cristal.

Miras el reloj. Ya es la hora:

Las dos y veinticinco de la madrugada.

Sales de la cama y te arrastras por el suelo de rodillas.

Enciendes la radio y la tele.

El odio:

Donde hay discordia llevemos armonía…

El odio:

Donde hay error llevemos verdad…

El odio:

Donde hay duda llevemos fe…

El odio:

Donde hay desesperación llevemos esperanza.

Apagas la radio y la tele.

Las ramas han roto el cristal.

La lluvia entra a chorros.

No hay esperanza para Gran Bretaña.

Abres la puerta del baño. Entras y abres los grifos de la bañera. Esparces un círculo de sal en la bañera. Coges unas tijeras y te cortas el pelo. Te cortas las uñas. Coges una navaja y te afeitas la cabeza. Guardas el pelo y las uñas en un sobre y pones el sobre dentro del lavabo. Enciendes una cerilla y quemas el sobre. Te miras en el espejo.

Escrito en sangre:

A nadie le importa.

Entras en la bañera. Te sumerges con tus alas.

El agua está templada.

Ves las escenas; las ves como en su día no eras capaz de verlas.

Las sombras en tu corazón, el miedo y el odio.

El odio y el miedo.

Sumas todo tu odio y todo tu miedo, y el resultado es: Yorkshire, Inglaterra, 1983.

Coges la navaja del borde de la bañera:

Mi país, mi país, para bien o para mal.

Cuatro lágrimas resbalan por tu nariz.

Pero no pasa nada, todo está bien, la lucha ha terminado…

El agua roja.

Escribes tres últimas palabras en un trozo de papel húmedo.