9

Otra vez en la última fila.

Otro autobús vacío:

Martes, 24 de diciembre de 1974.

La víspera de Navidad más larga.

Clare desplomada contra la ventanilla, el pelo rubio y sucio apoyado en el cristal sucio y gris, su mejor amiga y su hermana muertas, una maleta pequeña en el portaequipajes, encima del asiento.

BJ mira por la ventanilla contraria a través del pasillo: lluvia y páramos, un tiempo deprimente y el paisaje que construye, sin maleta encima del asiento.

Sólo un bolsillo lleno de dinero manchado de sangre y sexo, dos relojes robados y varios anillos.

BJ mira los anillos que lleva en los dedos.

Mira el anilllo que Bill le puso en el dedo.

Bill:

William Shaw.

Saca el periódico de ayer del bolso de Clare y mira la foto.

Mira la foto de Bill y vuelve a leer la portada: DIMITE UN CONCEJAL

William Shaw, líder del Partido Laborista y presidente del Nuevo Consejo del Distrito Metropolitano de Wakefield, ha sorprendido a todos al anunciar inesperadamente su dimisión el pasado domingo.

En una breve declaración, Shaw, de 58 años, justificó su dimisión por problemas de salud.

El concejal, hermano mayor del ministro del Interior, Robert Shaw, ingresó en la política laborista desde el Sindicato General de Trabajadores del Transporte (TGWU), tras formar parte del comité regional del sindicato y ocupar la representación del TGWU en la Ejecutiva Nacional del Partido Laborista. El exconcejal, que ha participado activamente en la política de West Riding muchos años, era un firme defensor de la reforma del gobierno local y en su día participó en la Comisión Redcliffe-Maud.

La elección de Shaw como presidente del primer Consejo del Distrito Metropolitano de Wakefield fue recibida con amplia satisfacción general, como garantía de un proceso exento de conflictos en la transición del antiguo modelo de gobierno en West Riding.

Fuentes del gobierno local expresaron anoche su consternación y su pesar por la inoportuna dimisión del señor Shaw.

William Shaw ocupa asimismo el puesto de presidente ejecutivo de la Autoridad Policial de West Yorkshire, y por el momento se desconoce si continuará en el cargo.

El ministro del Interior, Robert Shaw, no ha querido hacer declaraciones sobre la dimisión de su hermano. Se cree que el concejal se encuentra en Francia, con unos amigos.

BJ lee la portada y mira la foto de Bill, su cara: Una cara que no sonríe.

Recuerda cuando Bill sonreía a todas horas, cuando sonreía y se reía, cuando sonreía y bromeaba…

Ese viaje a España: las mañanas en la playa y las siestas en sus brazos, las noches de buenos vinos y estómagos revueltos, las noches de…

Amor:

Su pelo gris y sus palabras dulces, sus besos firmes y sus caricias suaves antes…

Antes de que BJ lo jodiera todo, de que la cagara por completo: Todo por lo que es y por quien es BJ.

El autobús aminora la marcha.

BJ se asoma al pasillo.

Luces azules delante, en medio del gris.

Joder.

Un solo carril y pivotes rojos que oscilan en el amanecer.

Joder.

El conductor ha bajado la ventanilla y pregunta:

—¿Qué pasa?

—El IRA —dice la voz de un poli.

—¿Otra vez?

—Esos cabrones irlandeses —dice el poli, pero da paso al autobús, que vuelve a coger velocidad.

Clare mira a BJ. Llueve a mares contra las ventanillas.

—¿Dónde estamos? —pregunta, frotándose los ojos negros.

—Hay un control de carretera —dice BJ.

—¡Ay, no! ¿Dónde estamos?

—Camino de Manchester.

Limpia la ventanilla con la mano, aunque no sirve de nada.

—No parece Navidad, ¿verdad? —dice BJ.

—¿Lo pasabas bien en Navidad?

—No mucho —suspira BJ—. ¿Y tú?

Clare niega con la cabeza.

—Me encantaría ver a las niñas —dice.

—Ya lo supongo —dice BJ, y piensa…

Pobre idiota.

—Les prometí que volvería por Navidad.

—Regálales un anillo —dice BJ.

Clare se muerde el labio inferior y dice que sí.

BJ vuelve a guardar el periódico en el bolso cuando el autobús entra en la estación de Chorlton Street.

—Pararemos media hora —dice el conductor—. ¿Van a bajar?

—Sí —dice Clare; recorre el pasillo con BJ y baja de un salto.

Son casi las ocho y hace un frío de pelotas en Manchester.

BJ y Clare cruzan Portland Street, siguen por Picadilly Gardens y entran en el primer café que encuentran: Picadilly Grill.

Clare pide un desayuno completo y BJ se come su tostada; se llenan la tripa de té caliente y dulce.

A las ocho, la radio les revuelve las tripas:

La policía de West Yorkshire ha emprendido la búsqueda de los sospechosos del atraco a mano armada que se produjo anoche en un bar de Wakefield, donde murieron cuatro personas y dos policías resultaron gravemente heridos.

El incidente tuvo lugar alrededor de la una de la madrugada en el Strafford Arms, un bar situado en el centro de Wakefield, cuando un grupo de hombres armados y encapuchados irrumpió en una fiesta privada que se estaba celebrando en la planta superior del local. Los agentes llegaron al lugar de los hechos tras recibir un primer aviso del tiroteo, y resultaron heridos al frustrar el atraco.

Se cree que la banda huyó con la recaudación de la noche, además del dinero y las joyas de los clientes.

La policía bloqueó inmediatamente todas las carreteras del condado, además de la M62 y la M1, y aún no se ha descartado que el asalto pudiera ser obra de terroristas del IRA.

El inspector Maurice Jobson, que dirige la búsqueda de los asaltantes, ha solicitado la colaboración ciudadana con la máxima urgencia para esclarecer los hechos, al tiempo que ha advertido a la población de que los sospechosos van armados y son extremadamente peligrosos.

El señor Jobson ha reconocido que la policía se está tomando muy en serio los indicios que apuntan a que el atraco en el Strafford pueda estar relacionado con la reciente escalada de violencia en Yorkshire por parte de bandas de delincuentes locales, que podrían ser responsables de la muerte del empresario de Wakefield Donald Foster en su casa de Sandal en la mañana de ayer.

El señor Jobson ha confirmado que los dos policías heridos en el tiroteo son el sargento Robert Craven y el agente Robert Douglas, los mismos que recientemente saltaron a los titulares de todos los periódicos como autores de la detención de Michael Myshkin, un vecino de Fitzwilliam acusado del asesinato de Clare Kemplay, alumna del colegio de primaria Morley Grange. El señor Jobson ha señalado que los policías se encuentran «estables dentro de la gravedad», si bien ha declinado desvelar la identidad de los fallecidos hasta que la policía haya logrado localizar a sus familiares.

El señor Jobson ha expresado además la sospecha de que algunos familiares de las víctimas puedan haberse escondido por miedo a las represalias y los ha instado a que…

Dos tés humeantes, dos asientos vacíos.