Alteraciones del comportamiento
Pero no todos los problemas de los animales senior afectan a los órganos, aparatos o sistemas… las patologías o problemas de comportamiento adquieren gran relevancia en los gatos geriátricos.
Entre las causas más frecuentes de visita a las clínicas veterinarias por alteraciones de comportamiento en animales senior, tenemos las siguientes:
- Agresión: los problemas físicos y neurológicos son en muchos
casos la causa que predispone a una actitud agresiva del animal; en
todos los gatos que presenten una conducta agresiva sería
fundamental descartar la presencia de un dolor subyacente; los
problemas musculoesqueléticos, las patologías dentales… pueden ser
los detonantes de una agresión. También los déficits sensoriales de
los gatos geriátricos pueden desencadenar agresiones: por ejemplo,
un gato que tenga miedo a las personas es capaz de evitarlas cuando
aprecia su cercanía… en animales con déficits sensoriales, no
llegan a apreciar la presencia de la persona y de repente «aparece
frente a ellos»; esto puede conducir a una conducta inmediata de
evasión (si los recursos físicos se lo permiten) o una agresión
directa (defensa o miedo).
Las enfermedades del sistema nervioso, las alteraciones endocrinas, los cambios hormonales… también contribuyen a la agresión.
- Agresión intraespecífica: la introducción de un nuevo animal de compañía, los cambios de vivienda y los cambios producidos por el envejecimiento pueden acabar en agresiones intraespecíficas. Cuando un gato geriátrico padece disfunciones sensoriales, disminución de la movilidad, aumento de dolor, irritabilidad… es fácil que se produzcan interacciones negativas con individuos de su misma especie.
- Vocalización excesiva: los animales de compañía geriátricos suelen ser más sensibles a las situaciones estresantes; los cambios de entorno y ambientales o ciertas patologías, facilitan la presentación de conductas inadecuadas como la vocalización excesiva.
- Ensuciamiento de la vivienda: los problemas musculoesqueléticos, como debilidad, artritis, atrofia muscular…, pueden producir una dificultad variable para que el gato llegue o acceda a la bandeja de lecho absorbente. Por último, algunos gatos geriátricos dejan de utilizar la bandeja de lecho absorbente por la confusión mental asociada a la edad.
- Problemas del sueño: las alteraciones sensoriales de los animales geriátricos pueden influir negativamente en la profundidad del sueño, la edad también produce alteraciones en los ciclos de sueño-vigilia.
- Disfunción cognoscitiva: los problemas debidos al deterioro de la función mental (los gatos geriátricos desarrollan unas placas difusas de beta-amiloide en el interior del cerebro, se reducen los niveles de serotonina y la actividad colinérgica, todos ellos responsables de la disfunción cognitiva), como la dificultad para reconocer lugares, sitios o personas conocidas, las alteraciones de la vocalización, la desorientación, las alteraciones del sueño, el ensuciamiento…, provocan «dificultades» en la relación del gato con el propietario. La disfunción cognoscitiva puede aminorar su impacto con tratamiento. Éste solamente será paliativo y es necesario complementarlo con cambios de manejo, variaciones en el entorno, alimentación rica en antioxidantes… El propietario debe tener muy presente que para paliar este indeseable efecto de la avanzada edad de su gato, la estimulación mental continua (diaria) y el ejercicio pueden paliar en cierta medida el deterioro de la función mental.